Madrid, Efe

Dos de los testigos de la discusión que el 10 de febrero de 2007 mantuvieron el congoleño Miwa Buene y el acusado de darle un golpe que le dejó tetrapléjico declararon ayer que cuando la víctima cayó al suelo el agresor se marchó levantando el brazo derecho y gritando «arriba España». En la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Madrid contra Roberto Alonso, para el que se piden 12 años de cárcel, los testigos destacaron su actitud agresiva y xenófoba. Un testigo presencial señaló que contempló cómo el agresor daba «un guantazo a la parte izquierda del rostro» de Buene, quien se «desplomó». «Nos están invadiendo, habría que echarles a todos», escuchó afirmar al acusado un segundo testigo presencial.