El británico Colin Ireland, condenado a cadena perpetua por el asesinato de cinco homosexuales en el Reino Unido, murió ayer en la prisión a los 57 años. Según fuentes penitenciarias, el fallecimiento se debió a causas naturales. Ireland se hizo tristemente célebre por matar a cinco homosexuales con gran sadismo y premeditación. Se declaró culpable en el juicio, celebrado en 1993.