Oviedo,

Félix VALLINA

La fiscalía solicita una condena de tres años y dos meses de prisión -así como el pago de una multa de 300 euros- para un joven acusado de intentar introducir droga en el centro penitenciario de Villabona para su padre, que estaba preso, utilizando a su abuela como correo sin que ésta supiese nada de la operación. El juicio se celebrará hoy, a las diez de la mañana, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, situada en Oviedo.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 1 de diciembre de 2009. Según el escrito del fiscal, el acusado, J. M. M. M., nacido en 1985, se desplazó hasta Villabona, donde se encontraba interno su padre. Iba acompañado de su abuela paterna, quien se desplazó hasta el centro penitenciario para mantener una comunicación con su hijo. La fiscalía sostiene que el acusado, con la finalidad de hacerle llegar sustancias estupefacientes a su padre, introdujo en un paquete de tabaco varios envoltorios que contenían 0,61 gramos de heroína (con una riqueza del 46 por ciento), 0,50 gramos de cocaína (con una riqueza del 74,8 por ciento), y 2,26 gramos de hachís. A continuación, le entregó el paquete a su abuela con la indicación de que era tabaco para su padre y de que se lo diera al realizar la comunicación.

J. M. M. M. no logró el objetivo, pues los responsables del departamento de ingresos, en el control realizado a su abuela, se incautaron de las distintas sustancias estupefacientes. El valor de la droga, según las normas de la Oficina Central de Estupefacientes, se estima en 216,64 euros.

El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito contra la salud pública. Para la pena de multa solicitada, la fiscalía pide que se aplique al acusado la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada cuota de 100 euros no abonados, y que abone las costas procesales.

Los responsables de la cárcel asturiana aseguran que en actuaciones llevadas a cabo en los últimos tres meses se han incautado de un total aproximado de 200 gramos de hachís, seis de heroína y casi dos de cocaína, pequeñas cantidades que iban destinadas al consumo en el interior del centro y que pueden tener graves repercusiones en la convivencia.