La «Frikiparty», la fiesta de música electrónica celebrada en Lugones durante la madrugada de ayer, dejó como resultado el apuñalamiento de una persona. Fue la consecuencia de una multitudinaria pelea en la que participaron al menos veinte personas y que se prolongó durante casi una hora, hasta que intervino un número considerable de agentes de la Policía Nacional, con el refuerzo de varios números de la Policía Local de Siero. Según testigos presenciales, las fuerzas del orden actuaron protegidas con chalecos, ante el peligro que suponían algunos de los participantes en la pelea, que blandían cuchillos y navajas. El agredido no presentaba lesiones de especial gravedad y rehusó presentar denuncia, lo que evitó que se practicaran detenciones, contaron fuentes cercanas a la investigación del suceso. Con la llegada de los efectivos policiales, el tumulto se dispersó en varias direcciones. Pasadas las siete de la mañana de ayer, la fiesta continuaba, con la carpa repleta de personas.

La versión de un espectador del altercado sitúa el inicio del enfrentamiento algo después de las cinco de la madrugada. Al parecer, se originó cuando un joven golpeó a otro en la cabeza con una botella, en el interior de la carpa donde varios centenares de personas seguían la actuación del Dj Héctor Llamazares.

Esto provocó un primer enfrentamiento, todavía bajo el entoldado. Pero la pelea fue creciendo progresivamente, a medida que se sumaban familiares y amigos, casi todos de raza gitana, para apoyar a los contendientes. El jaleo se trasladó a continuación a la explanada situada frente al recinto cubierto donde el Dj pinchaba, en concreto a una parte cercana a la entrada de la zona acotada para la fiesta.

Ya en ese punto, y cuando la reyerta había alcanzado unas dimensiones considerables, se produjo la intervención policial. Un testigo presencial asegura que, desde el inicio de la pelea hasta la llegada de la Policía, que varias personas sitúan hacia las 06.30 de la madrugada, pasó al menos una hora: «Pelearon durante mucho rato, y cada vez eran más. Hombres, mujeres... todos gitanos. Eran un montón y estaban dándose a matar», relataba impresionado.

Acto seguido, las unidades del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) desplazadas a la zona empezaron a atender a los participantes en el tumulto que aún se encontraban allí. El de más gravedad era un joven que presentaba una puñalada bajo uno de sus hombros. Según los testigos, estaba consciente y sus heridas no parecían irreversibles.

Tras la actuación policial, la fiesta continuó sin mayores contratiempos, aunque apenas una hora después de la gran pelea, ya a plena luz del día, se personaron en el recinto numerosas personas de etnia gitana, algunos incluso de mediana edad, que según parece podían estar emparentados con varios de los implicados en la trifulca. En todo caso, estos últimos no causaron ningún tipo de incidente, y ni siquiera llegaron a acceder a la carpa.

Aparte de la reyerta, numerosos jóvenes fueron atendidos por los servicios de emergencias a lo largo de toda la noche, debido a intoxicaciones tanto etílicas como derivadas del consumo de otras sustancias. Entre algunos asistentes llamó la atención que no hubiese un dispositivo adecuado de atención médica, lo que motivó un continuo ir y venir de ambulancias.

A falta de datos oficiales sobre las asistencias médicas prestadas en las dos jornadas de esta novena edición de la «Frikiparty», fuentes hospitalarias confirman que una persona hubo de ser trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias por una intoxicación, en principio provocada por alcohol. El paciente solicitó ayer por la tarde el alta voluntaria.