Drama familiar en la pequeña localidad ovetense de Moreo de Arriba, cerca de Colloto. Un joven de 20 años, cuya identidad se corresponde con las iniciales E. P. P., murió a las ocho menos diez de la tarde de ayer al arrojarse al tren de la línea Oviedo-Gijón entre las localidades de Colloto y Meres (Siero), después de agredir supuestamente con un arma blanca a su padre en la vivienda familiar. El joven, estudiante de segundo curso de Físicas, podría tener problemas psiquiátricos.

El padre del joven, de 53 años, resultó con lesiones de carácter leve en el cuello, la espalda y las manos, de las que fue atendido en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), justo en el momento en que su hijo se arrojaba al paso de un tren. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Oviedo interrogaban al cierre de esta edición al herido, mientras tomaba muestras en la vivienda de Moreo de Arriba donde se produjeron los hechos ayer por la tarde.

El suicidio del joven se produjo en el kilómetro 3,22 de la línea férrea Oviedo-Gijón, a un kilómetro de Colloto, en sentido Meres, ya en territorio de esta localidad sierense. Este punto está a unos 500 metros de la vivienda donde se produjo la agresión previa, cuyos motivos se desconocen por el momento.

Los agentes de la Policía Judicial se habían acercado a la vivienda familiar al tener conocimiento de la agresión, pero la encontraron cerrada tras haberse marchado el padre al Hospital para tratarse de los cortes leves que había sufrido a manos de su hijo. Los agentes se dirigieron posteriormente al HUCA para hablar con el padre y conocer los pormenores de lo ocurrido.

Paralelamente, agentes de los cuarteles de Noreña y Langreo se dirigieron al lugar en el que el joven había sido arrollado por el tren, donde realizaron la correspondiente inspección ocular. La línea férrea estuvo cortada varias horas, hasta el levantamiento del cadáver, que se produjo pasadas las diez de la noche. El suceso ha causado honda conmoción entre los vecinos de Moreo de Arriba. Aunque éstos conocían los problemas psiquiátricos del joven, la vida de la familia era tranquila y no se habían producido incidentes.