El ministerio fiscal pide veinte años de prisión para una mujer acusada de asesinar a su nieto recién nacido en la localidad conquense de Iniesta. Un jurado popular resolverá el caso a partir del próximo martes. Los hechos se produjeron el 18 de febrero de 2013, tras ayudar a dar a luz a su hija, menor de edad. La acusada cortó el cordón umbilical del bebé con unas tijeras y lo llevó al cuarto del baño con la intención de ahogarle. Colocó al pequeño debajo del grifo de la bañera, pero la llegada de su madre le impidió acabar con su vida.

Según el relato del fiscal, la procesada llevó después al bebé a la cocina, aprovechando que su hija estaba en el cuarto de baño, "propinándole con ánimo de darle muerte dos golpes en la cabeza al bebé, uno a nivel del región frontal izquierda, abarcando la mayor parte de ésta y otro en la región occipital, de gran tamaño, causándole un politraumatismo craneoencefálico severo que le ocasionó la muerte".

La acusada procedió a ocultar el cuerpo del bebé debajo de la cama de su hija y se deshizo del cadáver al día siguiente, el 19 de febrero de 2013, en una acequia de la localidad. El cuerpo del niño fue encontrado finalmente el 12 de marzo.