Siete personas murieron y otra resultó herida grave ayer en un choque lateral entre dos vehículos en Pont de Molins (Gerona), según la versión de las autoridades por la suma del exceso de velocidad de uno de los coches con el peligro de un punto "maldito" de la nacional II conocido como "la curva de la muerte".

Cinco de las víctimas mortales viajaban en un Volkswagen Golf con matrícula francesa y las otras dos en un Dacia Sandero matriculado en España. De los siete, sólo el conductor del Dacia llevaba puesto el cinturón. "Seguramente, no llevarlos ha causado muertos", lamentó el conseller de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, "pero también la velocidad excesiva del coche francés".

Todos los ocupantes del Golf fallecieron en el acto: el conductor, de 22 años, vecino de Perpiñán (Francia); dos hermanos marroquíes de 22 y 20, residentes en Francia; un tunecino, de 19, domiciliado en Toulouse y un quinto que iba indocumentado. En el otro turismo viajaban tres vecinos de Figueras (Gerona), dos de los cuales -un colombiano de 38 años y un marroquí de 31- murieron. El conductor, el único que llevaba cinturón, está herido grave.

Los Mossos d'Esquadra han abierto además una investigación para saber la procedencia de miles de euros que los franceses llevaban encima, unos 7.000. Sólo en un fajo se contaron 5.260.