Un toxicómano de 56 años fue hallado muerto en la madrugada de ayer en un descampado de Móstoles (Madrid), presuntamente asesinado a golpes. El hombre fue encontrado en medio de un gran charco de sangre, boca arriba y tenía la cara y las manos ensangrentadas, así como diferentes golpes por todo el cuerpo. La víctima, Antonio G. G., vivía en una chabola próxima con su compañera.