Los servicios de Salvamento Marítimo de Italia y Argelia se han sumado a los de España y Francia en la búsqueda de los dos marineros ovetenses, Alejandro y Emilio López, desaparecidos en alta mar al ser sorprendidos por una tormenta en el velero que tripulaban rumbo a Palma de Mallorca.

El aviso sobre su extravío se produjo el lunes y, desde entonces, aviones de Salvamento Marítimo y del Ejército español han rastreado una "amplia zona", según el Ministerio de Asuntos Exteriores, al norte, noreste y sudeste de Menorca y en el pasillo marítimo que conduce a la Costa Azul, en aguas españolas y francesas.

Aviones franceses también han participado en las tareas de búsqueda, en aguas próximas a Cerdeña, que no han dado el resultado esperado por el momento.

Alejandro López, de 40 años, y su tío Emilio, de 56, viajaron a Cannes para recoger un velero y trasladarlo hasta Palma de Mallorca. Al parecer, el sábado 30 por la noche se levantó un fuerte temporal en el golfo de León que duró hasta el lunes. En principio el viaje debía durar unas 48 horas, dependiendo del viento, pero el domingo por la noche no llegaron a Mallorca.

La familia de ambos asegura que son marineros "experimentados" y que "no salieron a la deriva, sabían lo que hacían". Las mismas fuentes familiares indicaron que el velero "Sirius" en el que viajaban tenía lanchas salvavidas, pese a que las informaciones iniciales indicaban lo contrario al tratarse de una embarcación de madera de 1936 y de pequeñas dimensiones.

El ministro en funciones de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo incidió ayer en que los dos tripulantes asturianos "salieron con muy mala mar. "Es una zona peligrosa. Vamos a esperar que haya suerte y aparezca el barco".

La familia confía en que ambos, debido a la tormenta, plegaran velas y se dejaran llevar, por lo que estarían a la deriva, que es la principal hipótesis con la que se está trabajando. García Margallo descartó hace unos días la posibilidad de un secuestro, ya que hasta ahora no se ha recibido comunicación ni solicitud ninguna, como suele ocurrir en ese tipo de situaciones.