Una madre de Arizona, en estados Unidos, causó graves quemaduras a su bebé de nueve meses después de rociarle con agua hirviendo de una manguera. La mujer trataba de refrescarlo, debido a las altas temperaturas alcanzadas en ese estado norteamericano, pero el agua se había recalentado de tal manera en el interior de la maguera que salió hirviendo. El niño sufre quemaduras en el 30 por ciento del cuerpo.