Los pederastas se aprovechan de "Pokémon Go" para atraer a sus víctimas. Así lo revela un informe presentado por dos senadores estadounidenses, en el que se indica que cerca del 60% de las viviendas de pedófilos de la ciudad de Nueva York están situadas a escasos metros de las concurridas "poképaradas" y "gimnasios" del popular videojuego. Por ello, el estado ha anunciado que va a prohibir el uso de esta aplicación móvil a unos 3.000 condenados por delitos de abusos que se encuentran bajo libertad condicional, ante la preocupación de que facilite a los pederastas y delincuentes sexuales el acceso a menores.

"Proteger a los niños de Nueva York es la prioridad número uno y, a medida que la tecnología avanza, debemos asegurar que esos avances no se conviertan en atajos para que peligrosos depredadores abusen de nuevas víctimas", explicó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. Si se violara la nueva medida, descargando o participando en cualquier otro videojuego de realidad aumentada, la sanción implicaría nuevas penas de prisión. Las autoridades de la ciudad también han anunciado que se pondrán en contacto con Niantic, una spin off de Google y creadora del juego, para pedir su colaboración en esta iniciativa.

La alarma saltó cuando dos legisladores, Jeff Klein y Diane Savino, encargaron una investigación ante los múltiples casos de ladrones que se servían de la aplicación para atraer y robar a sus víctimas. Los resultados del estudio corroboraron sus temores: el 59% de los puntos de interés del juego (las "poképaradas") están a menos de una manzana del lugar de residencia de los pederastas. El informe también demuestra que el 57% de los lugares en los que se localizan "pokémons" están al lado de las casas de los delincuentes. Todos estos datos demuestran la cara peligrosa de "Pokémon Go". De hecho, en los últimos días se han sucedido varias denuncias y accidentes de tráfico por el uso de esta aplicación al volante. A ello hay que sumar las posibles distracciones de los jugadores al caminar por la calle o atravesar un paso de cebra. Miles de personas están hoy en día sólo pendientes de la pantalla del móvil. Las autoridades piden precaución, mientras que los ingenieros informáticos avisan que la "app" no es un juego, sino un "Gran Hermano" encubierto que aspira a recoger todos los datos posibles sobre nuestras vidas.