La Policía ha liberado en Barcelona a una joven rumana de 21 años víctima de explotación sexual desde que tenía 16, edad a la que fue captada a través de las redes sociales, mediante el método del "lover boy", con falsas promesas de matrimonio. Poco después de iniciar la convivencia, una vez cumplida su mayoría de edad, fue obligada a ejercer la prostitución en diversos clubes de alterne de Asturias, Barcelona y Madrid bajo duras condiciones.

Embarazada de su proxeneta, continuó la explotación amenazándola con causar daños a la niña y a su familia. La madre de la mujer puso los hechos en conocimiento de las autoridades rumanas, lo que inició la operación.

Una vez localizada la joven, relató que cuando tenía 16 años, ya residiendo en España, conoció a un compatriota a través de la redes sociales con el que inició una supuesta relación sentimental. Cumplidos los 18, iniciaron una vida en común. Tras un mes de convivencia en un piso de Badalona (Barcelona) junto a un hombre español a quien le tenían realquilada una habitación, el proxeneta aisló a la mujer de su entorno familiar, le rompió su documentación y su móvil y la obligó a prostituirse bajo maltrato.

Transcurrido año y medio, la joven se quedó embarazada del proxeneta, pero fue obligada a seguir prostituyéndose. Además se le privó de asistencia médica y sufría agresiones físicas y sexuales para provocarle un aborto. Incluso fue obligada a dormir durante días a la intemperie en un parque. Tras dar a luz, como las amenazas y el acoso persistían, la madre de la joven contactó con la Policía rumana.

Al detenido se le imputan los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva, lesiones, agresión sexual, detención ilegal, amenazas y contra la integridad moral. El varón que compartía el domicilio con la pareja está investigado por no denunciar la situación que vivía la joven.