Los médicos y expertos que atendieron al pequeño de 3 años presuntamente maltratado por la entonces pareja de su madre con consentimiento de ésta, en Pola de Siero, no tuvieron ninguna duda, desde el primer momento, de que el niño sufría malos tratos. Eso sí, no pudieron saber quién se los infringía. Los especialistas del HUCA incidieron en que era "imposible" que las graves lesiones que presentaba el pequeño se debieran a caídas, como defendieron continuamente la madre y los abuelos maternos.

La Fiscalía mantuvo la solicitud de cuatro años y seis meses de condena para el hombre, y de tres años, seis meses y un día para la mujer. La acusación particular, ejercida por el padre biológico del menor, elevó la petición a cinco años para él y coincidió con la fiscal para la de ella. Las defensas de ambos acusados mantuvieron la inocencia de sus representados, aunque la del acusado apuntó a la madre del pequeño "que pasaba más tiempo con él".

El primer testigo que declaró ayer fue el pediatra que atendió al pequeño en la UCI cuando ingresó en el HUCA. "Nunca había visto tantos hematomas juntos", afirmó. "Desde que lo vi tuve la sospecha de que existía maltrato. Pero ingresó porque vomitaba, así que empezamos a hacerle pruebas y ya vimos las graves lesiones internas que padecía". También mostró su sorpresa ante la reacción de la madre al decirle que el niño sufría malos tratos. "Me dio la sensación de que no le extrañaba", y "sobreactuó cuando le dije que iría a un centro de acogida, cuando hacía días que veníamos diciéndoselo".

Los peritos coincidieron en que las lesiones tenían que ser causadas por un gran impacto, y que el pequeño tenía una fractura en una costilla que debía de tener entre un mes y mes y medio, es decir, desde que su madre se lo había llevado a vivir con ella y pasaba más tiempo con la pareja. Remarcaron que era imposible que las lesiones sufridas fueran consecuencia de caídas o que sufriera una enfermedad que le provocara fácilmente la aparición de hematomas. El convencimiento era tal que en el HUCA se negaron a dar el alta al niño al saber que volvería con su madre, y lo mantuvieron ingresado hasta que se dio la custodia al Principado.