Ni siquiera los propios agentes de la Guardia Civil de Tráfico se explican qué pudo pasar. Un conductor de 55 años está investigado por circular en sentido contrario por la Autovía Minera (AS-I) a lo largo de al menos 19 kilómetros, los que median entre el túnel de La Zorera, en Langreo, y las instalaciones de Mareo, en el municipio de Gijón, donde fue interceptado por los agentes. Cuando le preguntaron, el "kamikaze" aseguró que solo pretendía conducir de Siero a Langreo, concejo en el que reside. Esta tremenda confusión quizá se explique por el resultado de la prueba de alcoholemia que le practicaron. Y es que cuadruplicaba la tasa etílica permitida por la ley.

El suceso pudo terminar en un grave accidente de tráfico. El conductor salvó esta posibilidad porque a la hora en que se produjo el incidente, las dos de la madrugada del pasado viernes, apenas había circulación por la Autovía. Un conductor se dio de bruces con el coche del "kamikaze", un turismo marca Alfa Romeo, modelo 156, a la altura del túnel de La Zorera y llamó de inmediato al 112. No fue el único en hacerlo. A lo largo del trayecto entre Langreo y Gijón fueron varios los conductores que se llevaron el susto de sus vidas al ver acercarse un coche en una Autovía de un solo sentido.

Rápidamente se estableció un dispositivo para interceptarlo y evitar que causase un siniestro. En el operativo participaron patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Gijón. Finalmente, los agentes lograron darle el alto en el punto kilométrico 32,150 de la Autovía, tras haber recorrido la friolera de 18,8 kilómetros en sentido contrario. Tras parar el coche, los agentes de Tráfico le practicaron la correspondiente prueba de alcoholemia. El resultado habla por sí solo: 0,94 miligramos de etanol por litro de aire espirado, casi cuatro veces la tasa legal permitida.

El hombre relató que solo quería llegar a su casa en Langreo, y que su punto de partida había sido Siero, pero no explicó ni las causas por las que se había confundido ni el punto exacto en el que inició la marcha en sentido contrario.

Una de las hipótesis es que tomase de la Autovía a la altura de Siero y que al llegar al Polígono de Riaño, saliese hacia Langreo. Quizá se equivocó en la glorieta de acceso a la Autovía y volvió entrar en ella por el mismo ramal por el que había salido. Lo cierto es que, si se observa el citado ramal, se apreciará que hay una señal de prohibido el paso, pero está situada de tal forma que los conductores apenas pueden verla. Si se une la oscuridad de la noche y el evidente estado de embriaguez del conductor, se tendrán ya todos los elementos que explicarían este extraño suceso.

Tras el resultado de la prueba de alcoholemia, el conductor, cuya identidad se corresponde con las iniciales G. B. L. R., fue conducido hasta las dependencias de la Guardia Civil en Gijón, donde se procedió a la toma de manifestación en calidad de investigado por un delito de conducción temeraria y otro de circulación bajo la influencia de bebidas alcohólicas. El Alfa Romeo del "kamikaze" quedó inmovilizado en el depósito municipal de Gijón. Las diligencias policiales instruidas por el equipo de Atestado de la Guardia Civil de Gijón fueron entregadas en el Juzgado de guardia de esta ciudad.

Este suceso vuelve a poner sobre el tapete el problema de los "kamikazes". Algunas regiones, como Galicia están estudiando medidas, desde obligar a informar si un conductor está tomando medicación que le inhabilite para circular a mejorar la señalización.