La Sección Segunda de la Audiencia Provincial juzgará del 6 al 27 de noviembre de este año a los veintiún implicados en la "operación Tridente", una investigación de la Policía Nacional, el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil que llevó a una de las mayores incautaciones de ketamina, un total de once litros, con un precio en el mercado ilegal de 540.000 euros, así como de 48 kilos de hachís, valorados en otros 275.000 euros. La Fiscalía solicita para los miembros de esta red afincada en Gijón y Avilés penas que suman 131 años y medio de cárcel, así como multas por importe de casi 3,7 millones de euros. El juicio llegará cuatro años después de que la red fuese desmantelada.

Entre los implicados se cuentan el avilesino Antonio López Mellado, "Fino" o "Finuco", para el que se piden catorce años de cárcel, al que se ha relacionado con los trapicheos de drogas de José Emilio Suárez Trashorras, el exminero avilesino condenado por los atentados del 11-M, aunque no se le ha podido demostrar nada; el guardia civil Marcos S. F., para el que se piden cuatro años por intentar cobrar al anterior 200.000 euros por facilitarle información sobre la investigación que la Benemérita tenía abierta contra él, y el empresario hostelero gijonés Paco García Vega, que en su día regentaba el conocido local La Buena Vida, y que se enfrenta a una petición de ocho años.

La red tenía dos patas, en Avilés y en Gijón, aunque con contactos frecuentes, según el escrito de acusación. Ésta venía siendo monitorizada por las fuerzas de seguridad desde al menos finales de 2011, aunque no se actuó contra ella hasta los meses de septiembre y octubre. El grupo realizaba viajes a Málaga para aprovisionarse de hachís. Fue precisamente al regreso de una de estas incursiones cuando la furgoneta en la que traían la droga sufrió una avería a la altura de la localidad leonesa de Navatejera. En la Berlingo, los agentes encontraron cuarenta kilos de hachís. Los ocho restantes, en diversos registros. El premio gordo serían, sin embargo, los once litros de ketamina encontrados en los domicilios de dos de los implicados, en las localidades castrillonenses de Raíces y Piedras Blancas. Con un valor de 540.000 euros. Los agentes también se incautaron de 220 gramos de cocaína, 34 de éxtasis, 10 de marihuana, 2 de speed, 10 vehículos, una moto, 29 teléfonos móviles y 21.900 euros en efectivo.

Administración de lotería

Los miembros de esta red utilizaban varios locales y hasta una administración de lotería para colocar los estupefacientes. La investigación destapó, por otro lado, un presunto fraude en el recibo de la luz por importe de unos 12.000 euros, por el que se investigó al empresario hostelero. Entre los abogados de los acusados están Francisco Miranda y Fernando de Barutell, que defiende a H. V. V., en cuya vivienda se halló un pequeño arsenal y que está relacionado con varios viajes de aprovisionamiento a Galicia.