Tráfico achaca las muertes de motoristas sobre todo al exceso de velocidad y a las distracciones. Esta es una de las conclusiones esgrimidas por la jefa provincial Raquel Casado en la última reunión de la Comisión de Tráfico, celebrada el pasado miércoles en la Delegación del Gobierno, bajo la presidencia de Gabino de Lorenzo. Durante la reunión, Casado explicó que, aunque los accidentes de moto descendieron en 2016 de 144 a 127, la mortalidad se incrementó, de seis a ocho víctimas, todas las cuales llevaban el correspondiente caso.

La alta cifra de motoristas fallecidos en los primeros cuatro meses de este año -han muerto cuatro- ha movido a Tráfico a organizar una campaña especial para motoristas antes del verano. Se comprobará especialmente la velocidad, uno de los aspectos que más incide en la mortalidad de motoristas, pero también los parámetros técnicos de las motocicletas.

Por lo que respecta a la tipología de los accidentes de motoristas, tres de cada cuatro muertes se produjo en carreteras secundarias. El segmento de edad con más fallecidos fue el que va de los 25 a los 44 años. Casado constató además como una de las razones de este incremento de la mortalidad el incremento del parque de motocicletas, que fue del 11 por ciento.

El año pasado se cerró con 26 fallecidos en las carreteras asturianas, siete más que el año anterior. Pese a este aumento, 2016 fue el tercer año con menos fallecidos desde que se tiene constancia estadística.

Once de los fallecidos conducían turismos; dos, furgonetas; ocho, motocicletas; dos, tractores agrícolas; uno, ciclomotor; y otro, camión. Hubo además un solo fallecido por atropello.

Las salidas de vía fueron responsables del 50 por ciento de las víctimas mortales, seguidas de la colisión central y el alcance. Los factores concurrentes en estos accidentes mortales fueron sobre todo las distracciones y la velocidad inadecuada a las condiciones de la carretera, Solo cuatro de las víctimas mortales no llevaban el cinturón de seguridad.