Un vecino de Gijón está acusado de abusar sexualmente de su propia hija desde que ésta tuvo 15 años hasta que cumplió los 17, dos años en los que la molestó de forma continua. El hombre aprovechaba las ausencias de su mujer de la vivienda familiar para meterse en la cama de la adolescente y realizarle diversos tocamientos, siempre contra su voluntad y sin que la joven otorgase su consentimiento. En otras ocasiones obligó a su hija a masturbarle, e incluso llegó a introducirle el dedo en la vagina varias veces, según figura en el escrito de acusación.

Los hechos, sostiene la Fiscalía de área de Gijón, se produjeron de forma reiterada, entre el año 2013, el fecha indeterminada, y el 12 de marzo de 2015, momento en el que se habrían descubierto los hechos y se habría formulado la correspondiente denuncia.

La Fiscalía pide para el acusado una condena de ocho años y medio de prisión, así como seis años de alejamiento tanto de la víctima como de aquellos familiares que determine el tribunal. Tampoco podrá comunicarse con la víctima durante ese tiempo. El ministerio público también reclama la prohibición de desempeñar actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza y la obligación de participar en programas formativos, laborales, culturales y de educación sexual. Aparte de las costas, el fiscal reclama que el procesado indemnice a la víctima en la cantidad de 6.000 euros.