El forense Cesar Luis Conti ha indicado esta mañana, en la continuación del juicio contra la médico Estibaliz Valdes, acusada de la muerte de la niña ibiense que se atragantó con una palomita, que había indicios suficientes para haber realizado una broncoscopia con el fin de descartar la presencia de un cuerpo extraño. El forense sostiene que la mortalidad de esta prueba es irrelevante, y que infinitamente superior la probabilidad de muerto por haber dejado un cuerpo extraño. El forense ha añadido que no había indicio alguno de que el cuadro que presentaba la niña Ana fuese debido a un catarro mal curado. El forense estima que de habérsele hecho la broncoscopia la niña se habría salvado.

Previamente, los médicos que hicieron la autopsia indicaron que el grano de maíz se alojó en el árbol bronquial, y que posteriormente, por un reflejo de la tos, provocado por la infección causada por el cuerpo extraño, éste se movió posteriormente hacia la tráquea, causando la muerte por asfixia de la menor.