El juicio de la "operación Tridente" quedó ayer visto para sentencia, después de que los acusados de cohecho, el guardia civil Marcos Suárez Fernández y el narco confeso Antonio López Mellado, "el Finuco" (un antiguo socio de Emilio Suárez Trashorras, el avilesino condenado por el 11-M), clamasen por su inocencia. "He visto con gran decepción a mis compañeros del EDOA mintiendo ante el tribunal sobre mi participación en ésta y otras operaciones, que pueden corroborar mis superiores", indicó el guardia, que, según su defensora, Ana Boto, está ahora fuera de servicio y a tratamiento para que no se haga daño a él mismo o a quienes le involucraron en este asunto.

El guardia "se hacía pasar por corrupto ante los traficantes para obtener información, se ha interpretado mal su intervención". Condecorado por su labor de información en el País Vasco, el agente pidió en la mañana de ayer que se deduzca testimonio contra los agentes que corroboraron sus acusaciones ante el tribunal hace una semana. "Había un traidor", señaló Boto, pero no era su cliente. Además, la letrada dijo que este asunto tendría que haber sido enjuiciado por un jurado.

El abogado de "el Finuco", Ignacio Hernando, negó que el traficante confeso acudiese al agente para comprarlo. Para el letrado, Antonio López Mellado es "una especie de víctima, una persona a la que querían tomarle el pelo o chantajearle". No hay ninguna prueba de que se entregase dinero alguno, añadió. Al agente le encontraron en la taquilla del cuartel seis sobres con 3.000 euros en cada uno de ellos, 18.000 en total. La fiscal antidroga sospecha que se trataba de un primer pago de "el Finuco" a cambio de que el guardia le informase de la investigación abierta contra él.

El guardia adujo en el juicio que era dinero obtenido de la venta de un coche, y fruto de sus ahorros, pero lo había sacado del banco para que la madre de un hijo extramatrimonial no le sacase dinero. La fiscal considera que era demasiado dinero para tenerlo en una taquilla.

Por otro lado, la pareja acusada de tráfico de marihuana pidió ser absuelta, ya que las escuchas son ilegales -la fiscal antidroga sostiene lo contrario- y además no indican que se dedicasen a cultivar la droga.