Un funcionario tuvo que ser asistido después de sufrir una intoxicación respiratoria durante el desalojo del módulo 7 de la prisión de Asturias, donde se estaba produciendo un incendio. El fuego se originó en la mañana de anteayer, sábado, en una celda, y se investiga ahora si fue fortuito o provocado por algún recluso, presumiblemente por una venganza.

Según la Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), "gracias a la rápida y profesional actuación de los funcionarios de servicio no hubo que lamentar ningún herido entre la población reclusa". Además, ese mismo día, otro preso, esta vez de ingresos, provocó graves daños en su celda.

Según el sindicato, "estos hechos vienen a corroborar las difíciles situaciones que han de afrontar los trabajadores penitenciarios en su quehacer diario, sin que exista el más mínimo reconocimiento por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias". Como prueba de ello, el sindicato denuncia que "el sobrante de productividad del último ejercicio, en lugar de repartirlo entre todos los trabajadores, lo ha sido exclusivamente entre los puestos directivos, cargos de libre designación". ACAIP viene reclamando mejoras en los últimos tiempos, como un aumento de plantilla o que se les reconozca la condición de autoridad.