"Estamos muy preocupados. Hace siete días que mi hermana desapareció en Cuzco, en Perú, y hasta ayer, la policía de ese país no inició el rastreo". Habla Tamara, la hermana de Nathaly Salazar Ayala, la valenciana de 28 años desaparecida a primera hora de la mañana del día 2 de enero tras salir del hostal en el que se alojaba para ir a visitar una zona turística con restos arqueológicos, próxima a Cuzco. La Policía Nacional ya ha pedido a la peruana que agilice los trámites para rastrear el posicionamiento del móvil de Nathaly y ver si su tarjeta de crédito ha registrado movimientos.

Los padres de Nathaly, originarios de Perú, llevan más de 15 años residiendo en València, ciudad a la que la joven llegó con 12 años. "Mi hermana tenía muchas ganas de conocer Suramérica. Trabajaba en el Mercado Central, en València, pero ese trabajo no le llenaba, porque ella no era lo que había estudiado. Terminó un módulo superior de técnico medioambiental y quería conocer esos países".

Nathaly salió de València el 23 de septiembre, equipada con una mochila y los efectos personales imprescindibles para su aventura suramericana. Primero recorrió Ecuador y ahora llevaba un tiempo haciendo lo propio en Perú.

Al llegar a Cuzco, se alojó en un hostal. Primero trató de que la contrataran a cambio de alojamiento y comida y, como no fue posible, se alojó como huésped.

"Hablaba a diario con nosotros por Whatsapp", explica Tamara. "No ha dejado de hacerlo ni un solo día desde que se fue. Nos iba contando la gente conocía, los lugares que visitaba... Incluso nos envió fotos de la celebración de Nochevieja". El día 1 se lo tomó de descanso y el 2 se levantó temprano para irse de excursión.

"Sabemos por la gente del hostal que preguntó por una zona turística muy conocida que se llama Mora Maray. El vigilante del hostal le explicó que debía tomar un autobús. Las cámaras de seguridad del establecimiento recogen ese momento y además tenemos otras grabaciones de cámaras de varios comercios de la calle que las personas del hostal han conseguido recopilar. Se la ve caminando por la calle, pero ya no sabemos si subió o no al autobús, si ha sufrido un accidente o si alguien le ha hecho algo. Ni siquiera tenemos constancia de que llegara a Maray, porque hasta hoy [por ayer] la policía de Perú no se ha puesto a investigar. Y lo han hecho por la presión mediática, porque al principio nadie nos hacía caso", lamenta Tamara.

Por ahora, la búsqueda entre Cuzco y Moray, a 50 kilómetros de esa ciudad, iniciados ayer gracias a la mediación de la Policía española y del Consulado General de España en Lima no han dado resultados.

La desaparición de Nathaly también ha sido denunciada en una comisaría de Valencia por los padres de la joven. Gracias a ello, los agentes de la Policía Nacional han podido abrir una investigación y, a través del juzgado, han solicitado el rastreo del móvil de la chica, así como los posibles movimientos de su tarjeta a partir de su desaparición.

Tamara explica que su hermana "es muy cuidadosa y muy precavida, siempre llevaba cantidades de dinero pequeñas, porque temía que alguien le robase. Y nunca se aventuraría en algo peligroso",, lo que aún acrecienta más su preocupación.