Javier Ledo, el único acusado por el asesinato de la gijonesa Paz Fernández Borrego, afrontará el próximo mes de junio, en Avilés una pena de dos años de cárcel por insultar, amenazar y maltratar a su expareja, a la que retorció el brazo y golpeó en la cara después de agredir al hijo de ambos, menor de edad. Le atribuyen un delito de amenazas, otro de malos tratos en el ámbito familiar y un tercero leve de lesiones.

Los hechos por los que será enjuiciado ocurrieron a principios de 2017. Javier Ledo, en presencia de la que entonces era su pareja sentimental, agredió al hijo de ambos. Al ser reprendido por ella, Ledo la golpeó también y ella se defendió, pegándole un rodillazo en los testículos para defenderse. Pero éste no fue el único episodio violento. El 2 de febrero del año pasado, en una sidrería en Navia, Ledo le dijo a su pareja que se llevara al niño a casa. "Hijo de puta, moro, voy a hacer lo que me dé la gana, yo sé lo que tengo que hacer y tú no me mandas nada", le espetó ella. Los insultos, según el escrito de calificación de la Fiscalía, eran habituales entre amos. Ledo se refería a su pareja como "barriobajera, poligonera de mierda o puta", además de amenazarla con agredirla o, incluso, matarla.