En corto y por derecho

Banville no es profeta en su tierra

El "Príncipe de Asturias" achaca a que no es nacionalista el "apagón informativo" en Irlanda sobre su premio

Dice el refrán que nadie es profeta en su tierra, y así le ha ocurrido al escritor John Banville en su Irlanda natal, donde "nadie contó, ni en una pequeña nota" que le habían concedido el premio "Príncipe de Asturias" de las Letras en 2014. Banville achaca este "apagón informativo" a que no viste "la camiseta verde", no es nacionalista. Así lo cuenta en una reciente entrevista publicada en un diario de tirada nacional, donde asegura que el galardón recibido en Oviedo "es el mejor premio que he tenido nunca". "Me encantó el premio Príncipe de Asturias, me encantaron el Rey y la Reina, muchísimo, era una ocasión maravillosa, no fue pomposa. Es el mejor premio que he tenido nunca, pero nadie lo contó en Irlanda, ni una pequeña nota. En este país tienes que llevar la camiseta verde, como en el fútbol, por patriotismo, y yo veo el patriotismo como una redundancia", afirma el reconocido autor de novela negra, que se niega a dejar aparcado su sentido crítico por amor a la verde y católica tierra que le vio nacer. "¿Sabe esas pegatinas con un corazón y el nombre de Irlanda? Amas a Irlanda, sí, pero ¿también a los terroristas del IRA? ¿Tantas cosas odiosas? Es ridículo. No soy nacionalista, me siento europeo y comprometido con Europa", dice el escritor, que considera que a España y a Irlanda les unen lazos que se reflejan en sus libros, sobre todo en los que firmó con el seudónimo de Benjamin Black. "España e Irlanda comparten la historia oscura católica, ambos países tuvimos una terrible guerra civil que continúa", asegura en la misma entrevista. El nacionalismo levanta pasiones, une a los irreconciliables, y dicta amores y rupturas políticas y literarias, como bien puede apreciar cualquiera que siga la política española.

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