Diputado regional del PP

Manual de cumplimientos para alumnos no ejemplares

Sobre la propuesta para dotar a Asturias de una ley de Protección Civil y Emergencias presentada por duplicado

En la antigua Esparta se castigaba a los niños que eran sorprendidos con objetos robados, generalmente para llevárselos a la boca. Ya saben, lo de la educación espartana. No se les castigaba por el acto en sí, daban por válido que la apropiación era necesaria para sobrevivir, en circunstancias extremas. Era la torpeza de dejarse coger lo que se castigaba rigurosamente. Aún ahora continuamos aprendiendo de aquel pasado remoto.

Tal vez los profesores nos han castigado alguna vez por dejarnos coger copiando, tal vez por intentarlo, tal vez por constatar que lo hemos hecho... pero ahora, afortunadamente, tenemos reglas, y desde luego tratamos de cumplirlas.

Recientemente, hemos asistido a un episodio difícilmente calificable por parte del grupo Podemos, representado en la Junta General, del cual, retomando lo introducido en el preámbulo, sacaremos certeras conclusiones.

Veamos:

Las elecciones a la Junta General del Principado de Asturias de 2012 se celebraron el 25 de marzo de ese año.

El programa político que a nivel autonómico presentaba el Partido Popular se comprometía entonces con los ciudadanos a iniciar un necesario proceso para dotar a nuestra comunidad de una ley de Protección Civil y Emergencias coherente con las necesidades de la región, una y otra vez castigada por los incendios forestales y accidentes de diversa naturaleza. Así se reflejaba en el apartado del programa electoral dedicado a "Seguridad e interior": "Iniciaremos las acciones necesarias para impulsar la aprobación de una ley de Protección Civil del Principado de Asturias, instrumento normativo que garantizará una respuesta más coordinada y eficaz ante el riesgo de catástrofes o calamidades públicas en nuestra comunidad autónoma".

Y desde luego que las iniciamos.

En prueba de ello, pocas semanas después salía adelante la propuesta presentada por el Grupo parlamentario Popular en la Junta General, en la que instábamos a la Cámara a iniciar la puesta en marcha de los mecanismos parlamentarios precisos para dar vida a la futura ley de Protección Civil y Emergencias.

Desgraciadamente, la propuesta planteada entonces por el Ejecutivo socialista, en respuesta a nuestra iniciativa, carecía del alcance que entendíamos precisaba una norma de tal importancia, amén de que el Gobierno autonómico prescindió de la participación de los agentes sociales y sindicales llamados a colaborar en el germen de la futura ley.

En realidad prescindió de todo el mundo. Cuando la legislatura expiraba el entonces director general de Interior tuvo la feliz idea de entregarnos a modo de borrador un documento que pergeñaba un esbozo de lo que pretendía ser una ley de Emergencias. Llegaba mal y llegaba tarde. Un boceto al modo socialista, sin interlocutores, sin consultas, en definitiva, sin alma...

En cambio, nosotros ya llevábamos buena parte de ese camino andado: desde el año 2012 y hasta la fecha hemos atendido e incorporado a nuestra voz y pasado a papel la de los colectivos afectados: ayuntamientos, empresarios del sector forestal, ganaderos, agricultores... y sensiblemente la de los trabajadores de la seguridad pública, Bomberos de Asturias, con quienes hemos mantenido una relación intensa y permanente, hasta el punto que el proyecto que hemos presentado ha sido fiel a las aportaciones incorporadas al texto por parte de los trabajadores y técnicos del ámbito de la protección civil de nuestra región.

Otros se han subido al carro en el último momento. Tarde, mal y nunca.

Quizás su precipitación no haya sido intencionada. Tal vez no hacen los deberes. O tal vez copian. A largo plazo esas maniobras no salen bien, y la nota final, la de los ciudadanos, será implacable con quienes no respetan las normas, y antes de las normas, la ética de la que hacen gala cuando cuadra.

En cualquier caso, la presentación de su propuesta al día siguiente de la nuestra es para hacérselo mirar, y ello en cuanto a la forma y en cuanto al fondo. En la forma, porque la presentación in extremis de la propuesta, una vez conocido que nosotros la habíamos registrado en la Junta, denota la falta de sentido político y desconocimiento de las reglas de juego en la formación morada -han tenido tiempo, aprovéchenlo para crear sus propias obras-. En el fondo, porque se confirma que sólo el Partido Popular apostó desde el minuto cero por abanderar el cambio radical en las políticas de seguridad y protección civil en Asturias, hasta el punto de que lo incorporó como compromiso programático ante los ciudadanos.

Las hemerotecas resultan implacables con la terquedad de quien pretende crear un pasado ficticio.

En el año 2012 el grupo Podemos ni siquiera representaba a los asturianos, pero ha tenido tiempo de incorporar esta propuesta a su posterior programa político y no lo ha hecho. Pueden intentar buscarlo en el programa de su formación, pero no lo hallarán, porque a día de hoy no existe. Seguramente no constituía una prioridad hasta que el Partido Popular decidió dar el paso definitivo y presentar un proyecto genuino.

Ah, por cierto, no busquen en los programas políticos de los demás partidos nada relacionado con la aprobación de una ley de Protección Civil para Asturias.

Perderán su tiempo, pero hallarán la verdad.

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