Llevo tres años escribiendo a LA NUEVA ESPAÑA por estas fechas siempre por el mismo motivo. Lo primero es dar las gracias al periódico por publicarme estas líneas e incluso por interesarse por el tema en alguna ocasión. Lo segundo es intentar que a algunos de nuestros dirigentes se les caiga la cara de vergüenza.

¡Al grano! De nuevo inutilizan las canchas deportivas de Las Meanas para poner en su lugar el Festival de la cerveza y otros eventos. Creo que el alcohol no es algo que deba ser promovido, tiene bastante éxito él "per se". Vemos todos los fines de semana la chavalería por cientos tirada por el suelo como basura o jubilados pasando sus últimos días de bar en bar. El alcohol tiene éxito, tratemos de frenar su consumo, no le demos más acicates. Se habla mucho de la cultura del alcohol. Voy a confesarles un secreto: no hay ninguna cultura en beber. No es recomendable su consumo. También oímos muchas veces que es recomendable un vaso al día de vino o beber cerveza con moderación. La OMS no recomienda ningún tipo de consumo de alcohol y ésa es la única realidad.

Por eso me parece gravísimo fomentar el consumo de cerveza por parte del Ayuntamiento y sobre todo cuando es en detrimento del deporte.

Más de 30 años llevamos yendo muchos avilesinos y foráneos a jugar a esas canchas y tengo que decir que si no fuera por Whatsapp nuestros incompetentes políticos ya se habrían cargado esta actividad. Y estoy hablando de Ana Hevia y Mariví Monteserín. Esta última tuvo la poco decencia hace dos años de llamarme a mi teléfono personal (no sé de dónde lo sacó). Me prometió soluciones y llegó a hablarme mal de Ana Hevia. Como nada le debo a Mariví voy a delatarla abiertamente.

Yo puedo llegar a entender que la concejalía de Festejos y la de Deporte estén reñidas, pero ya sabemos que a Ana lo único que le interesa es beber y bailar. Seamos razonables, Avilés dispone de muchos sitios para estás actividades y también se merece otros dirigentes mejores.