Aunque más de uno podría pensar que el archienemigo por antonomasia de la plenipotenciaria consejera Belén Fernández González es el diputado popular José Agustín Cuervas-Mons García-Braga, a la vista del alto grado de efervescencia que alcanzan sus habituales cruces dialécticos en la Junta a causa de un quítame allá esos pufos de Sogepsa, lo cierto es que la oposición más tenaz que se ha topado la candasina desde que llegara a la política asturiana es el plumero de la Pampa o "Cortaderia selloana". Tres lustros, que se dicen pronto pero tardan mucho en pasar, lleva Belén la nuestra enfrascada en una lucha sin cuartel contra esta especie invasora, gramínea sudamericana que, lejos de rendirse, ya ha conseguido conquistar uno de los espacios que más quitan el sueño a la Consejera de casi todo: el polígono ¿industrial? de Bobes (Siero). La hemeroteca demuestra que el Gobierno regional adoptó las primeras estrategias contra el plumero a principios del presente siglo. Han pasado 17 años y ahí sigue la planta, avanzando y avanzando, tras haberse introducido de matute en la región en plan elemento ornamental. Cómo será la cosa que hasta los alumnos del ciclo superior de Gestión Forestal y del Medio Natural y del ciclo medio de Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural del Instituto de Tineo han decidido mandar una carta abierta a este periódico en el que llaman al conjunto de la sociedad asturiana a implicarse en la guerra sin cuartel al plumero de la Pampa, a la vista del escaso éxito obtenido por la Administración para evitar un ataque que se inició a comienzos de siglo y que, de momento, no ha encontrado freno. Pues sí, la planta es bastante más contumaz que Cuervas-Mons.
En corto y por derecho
