Empiezo agradeciendo a LA NUEVA ESPAÑA el espacio para un tema banal y tedioso, dirigido al sector pesquero asturiano y al público en general, por cuanto evidencia el nivel de algunos de los que cobran su sueldo como diputados y diputadas regionales, y cuya visualización puede contemplarse en la videoteca de la página web de la Junta General del Principado de Asturias, buscando el Pleno del pasado 18 de mayo. No tiene desperdicio. ¿El asunto? Una Proposición No de Ley (PNL) presentada por Podemos Asturies, no sobre alguno de los problemas del sector o para aportar una idea novedosa sobre gestión de cuotas, descartes, formación o seguridad, no. Toda una PNL para forzar al Gobierno a recibir a unos pretendidos representantes de una parte del sector que, por lo visto, tienen algo que contarnos.
¿Qué hay detrás de este absurdo? Por supuesto, y en primer lugar, la bisoñez de la representante de Podemos, la diputada Paula Valero, con cuya ignorancia en materia de pesca podría escribirse una enciclopedia. En segundo lugar, la manipulación descarada de un oscuro personaje, Santiago Folgar, conocido por gran parte del sector pesquero a pesar de un escaso currículo cuyo último eslabón es el de secretario de Avocano (Asociación de Volanteros del Cantábrico y Noroeste), y que incluye el paso más fugaz de la historia por la Cofradía de Avilés, como patrón mayor, cargo en el que su actuación más sonada fue la de parar una bofetada de Marino "El Carnicero" con la oreja izquierda. Todo ello sin ninguna explicación de los méritos que le adornaban al llegar o de por qué se iba tras tan solo dos meses, salvo que la explicación sea la que dio su sustituto, Fidel Garaot, de que le habían expulsado "por coger dinero" (LNE de Avilés, 05/04/2016, página 3), acusación gravísima que no ha sido rectificada.
A partir de aquí?, el mayor espectáculo del mundo. Una diputada, la citada Paula Valero, que confunde todo sobre las cuotas pesqueras y sus consumos a lo largo de los últimos años y se queda con el dato -fácil y falso- de la cuota anual inicial de merluza y no el de la cuota adaptada, la real, o que defiende -sin ningún tipo de vergüenza- que los solicitantes "se representan a sí mismos" y que, en consecuencia, hay que recibirlos, vengan, o no, amparados por sus asociaciones, secuela asamblearia del 15M que pretende implantar en el parlamento asturiano, aplicando el plebiscito a todo, desde la compra de un chalet a la agenda de un gobierno.
La cumbre de su torpeza es la de convocar a unos pocos armadores y sus tripulantes -que quiero creer que hayan venido voluntariamente y no forzados- con la promesa de presenciar el debate de la PNL desde "la pecera" de la Junta, el espacio acristalado que acoge a los invitados a las sesiones del parlamento asturiano. Pues bien, un error de la diputada Valero a la hora de tramitarla impidió la entrada de estos pescadores y convirtió su asistencia en una "concentración" en la calle, parapetados tras las pancartas pagadas por Podemos Asturies. Sólo espero que, además de las pancartas, esta diputada les compense por la pérdida de su salario del día, en un viaje inútil a mayor gloria y honor de ella misma.
Pero el final de esta cuesta abajo llega con el diputado del PP, Luis Venta, personaje patibulario que trata de sustituir su escasez de ideas y de fluidez verbal con un lenguaje tabernario que degrada el, ya de por sí, bajo nivel del debate parlamentario. Sin duda sobreexcitado por la presencia de pescadores en la calle -y quizás recordando la última concentración masiva del sector, en la que las pancartas pedían su dimisión y la de su jefa de filas- se refociló chapoteando entre conceptos tan elevados como "chulería" o "mamandurria" para calificar la actuación de este director general, tratando de compensar en cuatro minutos de exabruptos y regüeldos sus cuatro años de silencio cómplice y cobarde frente al expolio de las cuotas de xarda a los pescadores asturianos.
El engaño
¿Habrá alguien que lo haya hecho bien? Claro. El diputado del PSOE, Marcelino Marcos, en una argumentación sin alharacas ni ofensas, con datos rotundos sobre competencias, legalidad y oportunidad, lo que le costó, naturalmente, perder la votación. Y la diputada de Foro Asturias, Carmen Fernández, que acierta en su juicio de que la PNL devalúa a la Junta y sienta un peligroso precedente. Como acierta en su extrañeza por la ausencia de la Asociación de Palangreros de Fondo y de su presidente, siendo el grupo de barcos más numeroso de entre los afectados. Lo que no sorprende a Paula Valero, que -por el contrario- alienta la recogida de firmas entre palangreros de fondo para que se posicionen en relación a este asunto en contra de su presidente, gravísima injerencia que afecta directamente a la cohesión del sector pesquero y evidencia un preocupante afán de protagonismo, rayano en lo patológico, por parte de quien haya promovido tan desgraciada iniciativa. Por cierto, postura en contra que el presidente de los palangreros tuvo oportunidad de exponer ante la eurodiputada de Podemos, Estefanía Torres, esa experta en pesca de Cudillero que pretende defender el bonito, un pez de superficie, prohibiendo el arrastre con tren de bolos, un arte de fondo. ¿Cómo van a entenderte, Saturno? ¿Cómo no van a engañarles los manipuladores? ¿Cómo no le sorprende a Podemos Asturies el que las reuniones del colectivo al que defienden tan torpemente se celebren en restaurantes de carretera, con armadores de representación no acreditada, y no en una cofradía de pescadores, que no asista un solo patrón mayor -de un total de 19- o que no tengan el apoyo de la Federación de Cofradías?
Lo único cierto en todo este estúpido asunto es que al sector, al de verdad, se le han dado todas las explicaciones, tanto verbalmente como por escrito, que nos hemos reunido con el presidente de la Asociación de Palangreros del Cantábrico, con el representante del pincho caña y con el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores, invitando al presidente de Avocano a reunirse cuando su trabajo en la mar se lo permita, invitación cursada por escrito el 5 de febrero y que, a día de hoy, no ha sido aceptada.
La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales lleva mucho tiempo reclamando al Ministerio lo que necesita la flota pesquera asturiana, que no son ni paradas biológicas ni limosnas: son cuotas. Y ese compromiso de cuotas de determinadas especies, como es el caso de la caballa, o la revisión de los repartos y la puesta en marcha de mecanismos más ágiles para que las cuotas sobrantes de merluza -caso del arrastre de fondo- se pongan a disposición de artes que necesitan esas cuotas (volanta, palangre de fondo, pincho caña o artes menores), ya lo hemos obtenido del secretario general de Pesca y ya hemos visto sus frutos.
Mientras tanto, un pequeño manipulador, con la inestimable ayuda de una diputada imprudente a la que únicamente parece importarle su minuto de gloria (si se puede interpretar así lo de leer torpe y penosamente un papel), tratan de imponerle al gobierno asturiano -y al conjunto del sector pesquero- su agenda de reuniones, apoyando a quien hace un uso torticero de la representación múltiple: a través de la cofradía de cada uno, a través de la Federación, donde se agrupan las cofradías, a través de sus asociaciones reconocidas y, simultáneamente, rizando el rizo, a través de grupos que se reúnen y pretenden, "representándose a sí mismos" según la diputada Valero, imponer, además de la agenda, sus criterios.
