La última obra faraónica -e inacabada- del Gobierno de Vicente Álvarez Areces que fue legada a la comarca avilesina para ridículo general, pasmo de los afectados y escarnio del erario se yergue inconclusa en la carretera que lleva de Avilés a Trasona: el enlace del polígono de la ría con la autopista "Y". Un puente que no lleva a ninguna parte, varios montones de escombro y decenas de hierros retorcidos asomando del suelo componen una escena digna de película apocalíptica, pero que se sepa nadie asume la responsabilidad de este desaguisado ni tiene la vergüenza torera de explicarles a los vecinos que fueron expropiados -y ya han pasado ochos años de eso- cuándo van a cobrar el dinero que se les adeuda. Hubo un Gobierno que proyectó un vial de un kilómetro de longitud con un trazado imposible y un coste mareante; lo que no hubo fue sentido común, previsión técnica y contención del gasto. Y de aquellos polvos, estos lodos.
