Tres alcaldes de la comarca han tenido en los últimos días otros tantos comportamientos que, por inusuales, merecen mención aparte, en este caso positiva. La mujer que gobierna en Avilés, Mariví Monteserín, se tomó como algo personal reparar la valla del colegio Marcos del Torniello que algún bestia había destrozado; lo raro en este caso es que una alcaldesa esté tan pendiente de los problemas de poca enjundia y, más aún, que los arregle en cuestión de horas. Iván Fernández, alcalde de Corvera, decidió hacer público el interés de una multinacional en abrir una factoría de cobre en Solís para evitar rumores, especulaciones e infundios; su mérito: anticiparse a los acontecimientos. Y en Gozón, el alcalde Jorge Suárez, sin nadie pedírselo, admitió como propio el error de no haber previsto más seguridad en el multitudinario carnaval de verano celebrado la madrugada del sábado; ha dado el primer paso para gobernar mejor: reconocer los fallos.
