En la sesión plenaria del Ayuntamiento de Avilés del pasado jueves aprobamos la constitución del Parque Científico Tecnológico Avilés Isla de la Innovación. Un paso fundamental para situar a nuestra ciudad como nuevo referente industrial en Europa. Avilés es uno de los pocos lugares que en los momentos duros de la reconversión siguió creyendo en el potencial de la industria. Y a la vez que potenciamos el sector servicios, especialmente el comercio, el turismo y las actividades de servicios a empresas, iniciamos una estrategia de modernización de la industria.
En esta estrategia nos acompañaron los gobiernos de España y de Asturias. En primer lugar, con la instalación en 1989 de la acería LD-III de Ensidesa y, posteriormente, con la construcción en 2005 del Centro de Investigación del Acero y Materiales Metálicos de la Fundación ITMA. Fueron dos hitos fundamentales para la industria de esta comarca.
Tengo la convicción de que el año 2015 será también un momento importante por la constitución del Parque Científico Tecnológico "Avilés Isla de la Innovación", por consolidar en la comarca un nuevo concepto de industria especializada en el conocimiento, la investigación, la innovación, la alta cualificación del capital humano, la sostenibilidad ambiental, y la búsqueda de espacios de alta calidad de vida.
El Parque Científico Tecnológico "Avilés Isla de la Innovación" surge de la demanda de los grandes centros de I+D que hoy operan en Avilés y de las principales empresas industriales de la ciudad. Su constitución abre nuevas oportunidades para la obtención de fondos y financiación europea. Nos sitúa como referente en materia de investigación e innovación. Y atraerá a la ciudad nuevos centros de I+D y empresas innovadoras comprometidas con esta nueva definición de industria. Todas las piezas del puzzle encajan.
La calificación de Parque Científico Tecnológico nos la otorgó la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE), entidad que concede en nuestro país dicha calificación. Y lo hizo después de un largo proceso de verificación que podemos resumir en dos fechas clave: el 11 de junio, día en que una delegación de APTE se desplazó a Avilés para evaluar los equipamientos del futuro Parque Científico Tecnológico; y el 15 de junio, día en que la Asamblea anual de APTE, con el voto unánime de todos sus miembros, otorgó a Avilés la calificación de Parque Científico Tecnológico y su aceptación como miembro de pleno derecho en la entidad.
La gran singularidad de este parque avilesino es que ya está presente en la ciudad y que cuenta con varias ampliaciones futuras, que serán el primer paso del proyecto "Isla de la Innovación". Será gestionado por el propio Ayuntamiento, a través de la Sociedad de Servicios a Empresas "La Curtidora".
Es sorprendente que tres grupos políticos de nuestra ciudad -Somos Avilés, Ganemos (ambos marcas blancas de Podemos) y Ciudadanos- nieguen su voto favorable a la constitución del Parque Científico Tecnológico, poniendo en duda la evaluación y calificación de la propia Asociación de Parques Tecnológicos de España.
Con esa postura golpean las expectativas que en esta herramienta tienen depositadas los centros de I+D y las empresas de ciudad. Porque el Parque cuenta con el apoyo y compromiso expreso del Centro de Investigación del Acero y los Materiales Metálicos, del Centro de Investigación de ArcelorMittal, de las grandes y medianas empresas industriales, de las multinacionales tecnológicas, y de la propia Universidad de Oviedo que es una de las entidades implicadas en la constitución del Parque. Por desgracia, siempre hay personas dispuestas a restar, pero somos muchas más las dispuestas a sumar.
Apelo a estos grupos a la reflexión. Porque el Parque Empresarial Avilés Isla de la Innovación es una estrategia irrenunciable para la ciudad. Es la base para consolidar un nuevo modelo industrial capaz de competir en innovación, en productos de alto valor añadido, en la calidad de nuestro capital humano, y no en salarios.
Ensambla la investigación pública, la privada, las pymes y las grandes industrias: les permite interactuar e imaginar un proyecto de futuro en el que no partimos de cero. Los tiempos están cambiando y la investigación -lo dice la UE- va a ser por encargo, a petición de los distintos sectores. Y esa experiencia ya la tenemos aquí en Avilés, en donde nuestros centros investigan y los resultados se aplican directamente a los procesos productivos de las grandes industrias y a las del sector metalmecánico.
Queremos también que este Parque sea lugar acogida de los mejores expedientes académicos, como ya está ocurriendo, para que nuestros talentos no se vayan fuera.
No podemos entender la ciudad al margen de este proyecto porque es de lo que vamos a comer en el futuro y conecta con nuestras aspiraciones, con el tipo de industria tecnologizada que queremos atraer y con aprovechar el talento de nuestros jóvenes.
Nos permitirá fijar las empresas a la ciudad y reducir los riesgos de deslocalización, ligando las empresas a políticas de investigación e innovación.
En la mano de cada grupo político está sumarse a esta estrategia que hace frente a la actual crisis económica. O sumarse al vagón de cola de los que no saben atisbar el futuro de Avilés.
