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Secretario de política municipal del PSOE de Avilés

Populismo

Dos días antes de las elecciones generales del 20 de diciembre el grupo de Somos Avilés (marca blanca de Podemos Avilés) hacía pública su decisión de donar una parte del salario de sus concejales a la financiación del partido político en el que militan, así como a otras actividades de interés social. Nada nuevo en política, pues es una actuación habitual que se viene realizando con normalidad a lo largo de la democracia por parte de muchas organizaciones políticas como el PSOE. Como ejemplo, nuestro partido, sólo en estos meses de mandato, ha recibido un total de 9.900 euros derivados de las aportaciones que cada mes realizan sus concejales. El coste salarial para el Ayuntamiento es el mismo, con independencia del destino que cada concejal haga de su salario.

No es comprensible que los concejales de Podemos consideren noticia lo que para una parte de los grupos es práctica habitual. Sin embargo su decisión de hacer pública esta acción a sólo dos días de las elecciones denota su pretensión de obtener réditos electorales de esta acción.

Sorprende especialmente que sea precisamente el concejal Primitivo Abella quien quiera poner en valor esta actitud. Fue este concejal quien, durante la negociación previa a la investidura de la Alcaldía de Avilés, puso sobre la mesa como condición en la negociación, situar el salario de cada concejal en tres veces el salario mínimo y añadirle un complemento de la mitad del salario mínimo por cada hijo a cargo. Evidentemente nos negamos a esta fórmula pues suponía incrementar la masa salarial del Ayuntamiento, apelando únicamente a criterios subjetivos, y otorgando a los concejales un privilegio, respecto al resto de trabajadores del Ayuntamiento, que resulta inaceptable. Aquello, evidentemente, no lo consideraron noticia.

Podemos nos tiene acostumbrados a la política de artificio, a esconderse detrás de la palabras sin más interés que los puramente electoralistas. Menos gestos y más política.

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