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Musicólogo

Rock elegante y contundente

La cita estaba marcada en rojo en el calendario musical asturiano: 29 de diciembre, presentación de "Tierra firme" (Warner, 2015), el nuevo álbum en solitario de Igor Paskual. Momentos antes de las nueve de la noche, en la Sala Club del Niemeyer se respiraba expectación por ver cómo sonaba en directo un álbum ecléctico, con guiños a distintos estilos y tradiciones musicales pasados por el filtro de un rock bien asentado que es ya marca personal de la carrera de este músico.

Era la primera presentación con toda la banda, e Igor sorprendió a propios y extraños saliendo al escenario solo y arrancando el concierto con "Tú y yo" a capella. La banda se fue sumando para hacer crecer poco a poco el tema, pero más allá del efecto de este inicio, la decisión encaja con una de las características de este nuevo álbum: el protagonismo de la voz y la versatilidad que demuestra este músico para cantar temas con un carácter muy diferente. Así, si "El cielo es poco acogedor" es puro temple y sutileza, "Napalm" es una descarga de energía e intensidad. Estas dos facetas se combinaron a la perfección a lo largo de todo el concierto sin altibajos ni artificios de relleno y con una banda de músicos capaces de moverse en todo tipo de terreno; en el segundo tema, "Pasos de baile" ya estábamos inmersos en el magnetismo y la épica de estribillos coreables que encontraron continuidad en "La bahía".

Los temas de su primer disco, "Equilibrio inestable" (Pop up, 2011), no desentonaron, y con pequeñas modificaciones en la puesta en escena se ajustaron a la perfección al repertorio sumando detalles y color: el aire nostálgico de "Volver", la apoteosis escénica de "El peor novio del mundo" o la atmósfera onírica de "Bipolar" son solo algunos ejemplos. Canciones conocidas para la mayor parte del público que se hizo notar especialmente coreando otro de los himnos del primer disco, "Música para traicionar". Era fácil dejarse arrastrar por estos temas y una suerte contar con un local como la Sala Club del Niemeyer para poder disfrutarlos en directo, con un sonido impecable y un espacio diáfano, sin columnas ni recovecos.

Hubo espacio para una agresividad más explícita de corte punk en "Automedicación" o "Nuevo cine español", ya en la recta final de un concierto que se cerró con el tema que da nombre al álbum, "Tierra firme", en el que Igor acabó solo en el escenario interpretando el estribillo de la canción. Todo volvía al principio, con una forma simétrica, un viaje lleno de paradas y con llegada a "tierra firme" antes de ofrecer "El último brindis del año" y "Camaleón", muy celebradas entre los fans de su etapa en Babylon Chàt.

Fue el final a una hora y media de concierto cargado de contenido que demuestra que la carrera en solitario de Igor Paskual va por buen camino y está ya consolidada. A su nuevo trabajo le queda mucho camino por recorrer en 2016; de momento, se va de gira por todo el país, y esto no ha hecho más que empezar.

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