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Gijón al Norte; Avilés, al carajo

Los prolongados retrasos en la puesta en marcha de proyectos clave para la comarca

El carajo era aquella cesta o puesto de vigía en lo alto del palo mayor de los veleros desde donde un oteador avisaba de la presencia de barcos, arrecifes, etcétera, que apareciesen durante la navegación.

Gijón al Norte se constituyó en 2002 como el instrumento aglutinador de los intereses del Ministerio de Fomento, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón para eliminar la barrera ferroviaria que partía en dos la ciudad, superado por el proyecto del túnel del metrotrén, que no entraba en los planes de nadie y que se gestionó a una velocidad inaudita mientras la reivindicación histórica de la ciudad seguía estancada en los despachos.

En junio de 2005, tres administraciones socialistas pactaron prolongar ese túnel hasta el Hospital de Cabueñes y mover hasta la zona de Moreda la gran estación intermodal que estaba previsto construir en El Humedal. El túnel se hizo a toda leche.com y lleva seis años dando champiñones y gastando en mantenimiento.

El meollo estaba en liberar los terrenos ocupados por las playas de vías y la estación del Humedal de toda la vida que atendía a Renfe y a Feve, es decir, millones de euros cuadrados de suelo edificable, soterrando las vías y levantando una nueva estación donde el terreno fuese más barato. Pelotazo que te crió.

En Avilés, con la ciudad tan partida por las vías como lo pueda estar Gijón, llevamos más de veinte años soterrando, desviando, tuneleando por debajo de la ría, puenteando, etcétera, poniendo y quitando la estación, sin haber movido una palada de tierra ni un paparadín de hormigón.

Algo pasa en la comarca, que ojalá vuelva a ser toda ella un solo ayuntamiento, aglutinando a Gozón, Illas, Corvera, Castrillón, el propio Avilés... y, tal vez, algún otro concejo de los que durante siglo tuvieron en la Villa su lugar común; ahora pasamos la vida maniatados en trámites eternos, envueltos en politiqueos baratos, sin reaccionar y espabilar. Veamos algunos ejemplos sacados de los periódicos.

-El área industrial de La Consolación, será legalizada en 2016, tras catorce años de espera.

-El Plan Parcial de Santa María del Mar lleva diez años de demora. Hay unos propietarios que no pueden levantar sus casas por falta de permiso.

-El aparcamiento del Niemeyer lleva cuatro años sin poder ser utilizado.

-El emisario de la depuradora de Maqua entrará en funcionamiento pasado el verano de 2016, tras casi 20 años de obras.

-El embarque de pasta de la papelera de Ence en Navia podría haberse realizado por los muelles de Raíces, que siempre contaron con vías de ancho Feve, pero se decidió que ese material saliese por El Musel, que no las tenía, por lo que hubo que proyectar un ramal de vía métrica. Con las vacas flacas, el proyecto quedó a medias y la pasta de papel se embarca por Ribadeo, lo más lógico desde el punto de vista empresarial.

-Avilés es tan pequeño que ya no tiene suelo industrial. En lugar de trabajar juntos los concejos de la zona para atraer industrias, esto es Peleas de Arriba y Peleas de Abajo.

-Las entradas y salidas de Avilés, siguen siendo horribles, y los años pasan y pasan...

-¿No había un proyecto de polígono industrial junto al aeropuerto de Asturias, que aparece y desaparece como los ojos del Guadiana?

-¿Cuántos años lleva rodando por las mesas de estos ayuntamientos el Centro de Transportes que ahora parece que se establece en Corvera?

-¿Cuántos años o asaltos llevan las alcaldesas de Avilés y Castrillón por el trazado de la carretera de salida del puerto de San Juan para enlazar con la autovía del Cantábrico?

Esto lleva muchos años yendo mal. Los partidos políticos miran más por ellos mismos que por lo de todos, que por lo oído no es de nadie. Sobran administraciones y legislaciones superpuestas: locales, autonómicas, nacionales y europeas; además, algunos ayuntamientos se meten a legislar lo que no les compete o emiten dictámenes que contravienen leyes de rango superior, perjudicando a los ciudadanos, sin que los concejales tengan responsabilidad por los desaguisados que ellos mismos han causado, aunque haya sido de buena fe.

Los políticos del Alfoz de Avilés tienen que ver más allá y suprimirse ellos mismos en un 70 por ciento. En lugar de cinco ayuntamientos con 80 o 90 concejales, uno sólo central en Avilés con 25; cada uno de los antiguos ayuntamientos sigue con sus funcionarios atendiendo a la gente, un teniente de alcalde como alcalde local y otro de repuesto por si rompe. Será difícil que así se funcione peor que ahora.

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