Llevaba tiempo sin dejarme caer por aquí, por estas páginas. Un tiempo en el que, sinceramente, no encontré un tema digno que me hiciera abandonar el letargo, un tema que arañase corazones y conciencias. Un tema que tocase, de algún modo, los cimientos de Avilés.
Son varios días leyendo tremendas absurdeces sobre nuestra ciudad los que me llevan a escribir este breve alegato en defensa de Avilés y su movida nocturna. Que si Avilés está muerto, que si la movida nocturna se ha acabado, que si nunca hay gente...
Empecemos por el principio...
A todos nos gustaban El Moclín, El Padul, El Jazville, La Terraza, El Cámara...
Todos han cerrado, cierto es, y conociendo a todos los que en ellos trabajaban podría asegurar que ninguno cerró por una mala gestión del negocio. Todos cerraron, en realidad, por ese cáncer llamado neoliberalismo que todo contamina en forma de alquileres obscenos, impuestos impagables y leyes para ricos o amigos de ricos.
Los que quedan, los bares que quedan, luchan con más fuerzas que medios y contra viento y marea con unos alquileres estratosféricos, con el IBI, leyes de ruido y horarios absurdos, policías locales o el mismísimo Ayuntamiento, que en muchas ocasiones poco o nada hace por facilitar la labor hostelera... Todos estos hosteleros, llamémoslos supervivientes, luchan con uñas y dientes para mantener sus negocios y, al fin y al cabo, sobrevivir...
No hay hoy en Avilés la misma gente por la noche que hace cinco años, eso es obvio... Unos han crecido y están en sus casas aún descubriendo que tienen hijos, responsabilidades, vehículos que no pueden pagar... y que atrás han quedado los tiempos de intentar ser nocturnas estrellas del rock... Otros apenas llegan a fin de mes para pagar sus alquileres o letras, muchos otros se han ido fuera buscándose los garbanzos, por mucho que nos diga el inefable Tinín Areces que la emigración juvenil en Asturias es una leyenda urbana. No, Tinín, el desfalco vital en Asturias es un hecho. Un horrible hecho... Un servidor también disfrutó de sus años de exilio impuesto. Todos lo hicisteis y hacéis mal en Asturias, del primer al último presidente.
Si lo extrapolamos a nivel nacional podría resumir el desfalco estatal de una forma muy breve. Nos tragamos el ladrillazo de José María (Aznar), nos comimos los disparos con pólvora ajena en forma de cheques bebé del señor José Luis (Rodríguez Zapatero) en un momento en el que no se podía disparar con ningún tipo de pólvora, y nos comemos hoy una política que de tan nueva, huele a vieja, rancia y mediocre... La última vez que vomité no fue por una resaca, fue tras oír al señor Albert (Rivera) hablar sobre la nueva llegada del comunismo... Con un par y cinco micros nacionales delante... Con este tipo de políticos y "nuevas" políticas uno no sabe si está ante un noticiario o ante ese bodrio matutino inflado de moralina posfranquista llamado "Saber vivir"...
Tal vez por cosas como ésta los mayores talentos de España no están en España. Están en realidad lo más lejos posible de España. Y tal vez por esto la mayor parte de la juventud, talentosa o no, se tiene que ir también fuera para encontrar un trabajo mediocre, ya que aquí no llegamos ni a eso.
Ahora que desfogué y volviendo a Avilés, que al fin y al cabo no deja de sufrir unas políticas similares y tan horrendas como las estatales, sólo decir que este fin de semana, como todos los fines de semana, tendremos conciertos, actuaciones, lecturas... llámenlo X, en El Búho, El Ave Fénix, El Félix, Le Misthyc, El Garage, El Lord Byron, El Don Floro, El Cafetón, El Contrapunto, La Reserva...
Actividades hay, pueden comprobarlo, y copas lo mismo, las mismas que en Oviedo o Gijón y probablemente más baratas. Avilés se mueve, sí, y en mi opinión bastante más que la mayoría de ciudades vecinas.
Partiendo de la base de que el poder adquisitivo es ahora vergonzoso, y que como decíamos antes mucha gente ha tenido que emigrar, la pregunta es... ¿Les va a sacar de pobres tomar dos copas menos un sábado? Pobre elección. ¿Les va a ayudar a llegar a fin de mes no salir un viernes? En mi opinión otra pobre elección.
Pobres vamos a ser igual, queridos obreros, así que diviértanse y bailen.
Si al fin y al cabo el sistema explorará -y esto es un hecho que se está cociendo-, dejen que la explosión les pille bailando, que les encuentre con una copa en la mano y con el aroma de una intensa conversación en los oídos... y a ser posible en los bares de Avilés y al calor también de la música, en directo o si lo prefieren pinchada, que por aquí tenemos de todo. Como buen experto en la materia les puedo asegurar que los bares, nuestros bares, son de lo mejorcito del mapa.
Nos vemos pues, queridos lectores. Saben qué locales frecuento... y les aseguro que suelen estar llenos.
