El aumento de la vigilancia en el carnaval de verano de Luanco ha resultado ser todo un estímulo para la celebración, cada año más concurrida, a pesar de que algunos temían justo lo contrario. La falta de incidentes graves en el parte oficial y la sensación de mayor seguridad que manifiestan hosteleros y vecinos reflejan a todas luces que el Ayuntamiento de Gozón acertó al iniciar una mínima regulación del festejo, que hasta ahora estaba prácticamente en manos de la iniciativa popular. Y es que no debería alarmar a nadie que el Alcalde se reúna con las fuerzas de seguridad y con los organizadores para tener cierto control sobre un acto multitudinario y nocturno, que cuenta con la presencia masiva de menores de edad y en el que está bastante extendido el consumo de alcohol. Los problemas no se pueden enmascarar y bien está que se haya hecho algo para revitalizar una de las fiestas estivales con más tirón en Asturias.
