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Si el solar vale más que el edificio

La situación del PSOE tras la abstención para la investidura de Rajoy

Me juego lo que quieran a que Javier Fernández, cuando dijo aquello de que el PSOE era un solar, seguro que lo pensaba. Debía estar dándole vueltas en la cabeza como una idea obsesiva, pero dudo que quisiera decirlo. Lo que pasa que le traicionó el subconsciente y lo dijo. Las metáforas son rapidísimas, cuando quieres sujetarlas ya es tarde. Ya han alcanzado la calle y se han convertido, como en este caso, en una frase histórica por lo que tiene de poderosa, triste y demoledora.

El caso fue que, sin querer, Javier Fernández describió a la perfección como quedó Ferraz después del incendio que provocaron los de la vieja guardia. Felipe González, Rubalcaba, la baronesa, algunos barones y los 17, incluido el cabo chusquero, que prendieron fuego a la ejecutiva de Pedro Sánchez. Lo que pasó ya lo saben. Ardió Troya y aun humean los rescoldos entre cascotes, vigas y restos del mobiliario. Del edificio no queda nada, o muy poco, porque los pirómanos hicieron bien su trabajo aunque, como ocurre siempre, luego quisieran hacer de bomberos. De modo que Ferraz quedó como dice Javier, hecho un solar.

Ahora bien, es posible que el solar valga más, incluso, que el edificio. El dato que puede servirnos de referencia es que, cuando se supo lo del incendio, bajó la prima de riesgo y el IBEX subió en torno al uno y medio por ciento. Eso de media porque los grandes bancos: Santander, BBVA, Bankia y La Caixa, subieron tres puntos.

Viendo la reacción de la Bolsa la pregunta obligada es si el incendio le vino bien a España. A simple vista eso parece, pero depende cómo se mire y de quién estemos hablando. Los incendios intencionados suelen responder a motivaciones obscuras, entre las que se cuenta la especulación pura y dura. De todas maneras, tal y como ha quedado el solar del PSOE, tampoco se puede construir de hoy para mañana. Primero hay que derruir lo que, aún, queda en pie, retirar los escombros y allanar el terreno. Una tarea que no sé yo si la hará el ingeniero de minas que está al frente de la gestora. Lo sabremos pronto. Habrá que ver como gestiona los escombros. Dependiendo de cómo lo haga tendremos la pista de quién puede ser el arquitecto o arquitecta que reciba el encargo de construir el nuevo edificio. Si decide escombrar con todas las consecuencias y llevarse por delante al PSC y los disidentes, hay muchas posibilidades de que el proyecto recaiga en una arquitecta andaluza. Conviene tener en cuenta que serían cerca de 20.000, los militantes de Cataluña, que no podrían votar y oponerse a ese proyecto. Y si, de paso, dilatan la elección hasta dentro de un año, Pedro Sánchez se hartaría de dar vueltas con su coche por los pueblos y parecería un vendedor de crecepelo más que un posible arquitecto.

Sea lo que fuere, creo que empezarán por vallar el solar. Por poner una valla y colocar el famoso y consabido letrero: "Prohibido el paso a toda persona ajena a esta obra". Eso será lo primero, pero los promotores del nuevo edificio no tendrán nada fácil sacar el proyecto adelante. Por mucho que el solar del PSOE sea valioso, que lo es, arrastra el inconveniente de una dura y costosa hipoteca que será difícil de amortizar a corto plazo.

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