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Concejala de Igualdad de Avilés

Duro comienzo de año

Una reflexión sobre el repunte de la violencia machista y la aparente insuficiencia de medios para combatirla

Han transcurrido solo 56 días desde que comenzó el año y 15 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España -podrían ser 16 puesto que un caso se encuentra en investigación-.

¿Cómo es posible que nos encontremos en la misma situación de hace diez años? A lo largo de todo este tiempo cientos de personas en España, asociaciones, instituciones y organismos han trabajado con empeño para concienciar a la ciudadanía de esta violencia machista que acaba con la vida de cientos de mujeres aquí y en muchos países. En esta década se han puesto en marcha políticas de igualdad, se han invertido recursos y hemos aunado esfuerzos; pero no ha sido suficiente, no está siendo suficiente porque nos siguen matando. Estamos en un momento crítico.

Es imprescindible que cada vez sean más las mujeres que se atrevan a denunciar, como está sucediendo. Para que estas denuncias supongan una protección eficaz, es necesario que el Gobierno central garantice recursos y una coordinación eficiente entre las diferentes instituciones. Un elevado porcentaje de las últimas víctimas de violencia de género fueron asesinadas aun habiendo interpuesto orden de protección, lo que evidencia que algo está fallando. Ha llegado el momento de plantearse si se están invirtiendo todos los recursos y poniendo todos los medios que prevé la Ley de Violencia de Género.

Estamos en un momento decisivo en el que es necesario analizar a fondo la situación y reforzar los medios y la implicación de la sociedad a distintos niveles. El inmovilismo supondría un grave retroceso, más aún cuando se presentan nuevas amenazas. Por eso es el momento de revisar el trabajo llevado a cabo y de tomar conciencia de un problema que requiere mayor implicación social y política. Es justo ahora cuando el punto de mira tiene que centrarse en un objetivo que nos responsabiliza a todos y todas. Por eso es tan importante saber transmitir bien el problema y su origen desde las escuelas y trabajar para acabar con él desde los cuerpos de seguridad, las instituciones, las empresas y, por supuesto, desde los movimientos sociales de los que forman parte hombres y mujeres.

El trabajo colectivo garantiza los resultados. Mujeres diferentes, de todo el mundo, se han movilizado durante años con la finalidad de combatir las desigualdades. Pero siempre fuimos concientes de que una parte de la sociedad, las mujeres, necesitábamos la implicación de la otra, los hombres, para conseguirlo. Hoy seguimos siendo conscientes de ello y más en un momento lleno de crecientes desigualdades en el que las principales afectadas son las mujeres, en el que se cuestionan muchas de las bases de derechos conquistados para garantizar la igualdad de las personas.

El modelo de igualdad por el que debemos seguir trabajando tiene que estar legitimado por un movimiento social fuerte, de ideas claras y compartidas entre hombres y mujeres, no por discursos vacíos y políticas destructivas que pretenden acabar con el Estado de Derecho e Igualdad que tanto trabajo les costó a muchas personas en su día poner en marcha.

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