Con apenas 6 años empezó a conocer el mundo de la bicicleta y el ciclismo. Y todo por seguir la trayectoria de su hermano que, por aquel entonces, ya corría y competía. De aquello ya han pasado unos cuantos años y ahora, con 22, acaba de culminar la que es, hasta la fecha, su mejor temporada encima de la bicicleta. Es Israel Nuño, un chico de Pola de Siero que sueña con llegar algún día al pelotón profesional, aunque es consciente de la dificultad de su reto. Lo sabe, pero su naturaleza de escalador le hace seguir adelante para intentar lograr su objetivo. De momento, él disfruta cada vez que sale a competir, a entrenar, algo que hace por Asturias solo o acompañado de algún amigo.
Israel Nuño dio sus primeros pasos encima de la bicicleta en el Ciudad de Oviedo, club en el que estuvo hasta categoría juvenil. Después, pasó a las filas de la Escuela Ciclista Santi Pérez, hasta que fichó por el Gomur-Cantabria, una escuadra "en la que me siento muy cómodo, es como una familia", y en la que acaba de cumplir su cuarta temporada. Y a juzgar por sus resultados, no le ha ido nada mal. "La verdad es que no me puedo quejar, me costó empezar, pero es cierto que después me ha ido muy bien, estoy muy contento", explica.
Después de los triunfos en el Trofeo Ayuntamiento de Valdáliga (Cantabria) y el Memorial Juan Manuel Santisteban (Colindres), y tras terminar cuarto en la Vuelta a Ávila y Cantabria, a Nuño le faltaba rematar la temporada, lograr un triunfo de prestigio. Lo buscó y lo encontró. ¿Dónde? En la Vuelta a Valencia, donde el corredor asturiano se subió a lo más alto del podio tras culminar una gran carrera en la que participaron 27 equipos. "Fue un subidón", sentencia Nuño, que aún tiene muy presente la prueba. Eso sí, no fue fácil. "La clave fue la primera etapa, no ganamos, pero se dio un gran paso. El segundo día cogimos el liderato de la general y luego intentamos no perderlo en las dos siguiente", indica Nuño.
La espina de la temporada, quizá, el cuarto puesto que cosechó en el Campeonato de España celebrado en julio en Ponferrada. "Me quedé rozando el podio, fue una pena porque estuve muy cerca de lograr una medalla", apunta.
Como corredor, Nuño indica que uno de sus puntos fuertes es la montaña. Es posible que por eso, de pequeño, uno de sus referentes haya sido Marco Pantani. Ahora, su ciclista de cabecera es Alejandro Valverde, "un corredor muy completo". Por el contrario, el ciclista también tiene puntos débiles. Asegura que "es en el llano donde creo que debo mejorar". Y para eso trabaja cada día.
El corredor de Pola de Siero cerró su última temporada como sub-23 el pasado 21 de septiembre cuando finalizó la Vuelta a Galicia. Ahora, no quiere plantearse su futuro, más bien descansar de una dura campaña. "Me gustaría dar un paso más adelante, pero ahora no me planteo nada. Sé que es muy complicado, hay pocos equipos", apunta Nuño, que reitera que "mi sueño es llegar a profesional". El escalador es ambicioso, sabe lo que quiere. Por eso, también quiere tomarse un periodo de reflexión y pensar en las opciones que tiene de cara a la próxima campaña. Sin prisa, pero tampoco sin pausa.
Hasta que llegue el día de tomar una decisión, Nuño seguirá disfrutando encima de la bicicleta como lo hizo desde que compitió por primera vez en una carrera en Gijón de pequeño. "No me acuerdo cuál fue, pero sí que corrí con ciclistas dos años mayor que yo", dice, entre risas. Ese fue el punto de salida de su particular carrera en el difícil mundo de la bicicleta.
Ahora toca descansar de una dura y larga temporada que quedará guardaba en la historia personal de Israel Nuño, un ciclista que compagina las dos ruedas con sus estudios de Administración y Finanzas. En este sentido, el ciclista asegura que, en algunas ocasiones, "es complicado compaginar estudios y bicicleta, aunque es como todo, si te gusta y quieres, puedes". Eso es lo que le lleva pasando a Nuño desde pequeño. Y eso es también lo que el joven corredor quiere seguir haciendo.
