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El espíritu del Colegio

El club vinculado al centro educativo La Llamiella de Riaño, que suma más de cien licencias federativas, cumple esta temporada 35 años de vida

Infantil. j. r. silveira

El Colegio Riaño alcanza sus 35 años de existencia en un buen momento. Y se mantiene con los ideales intactos desde su primer día de existencia. El objetivo del club es fomentar la práctica deportiva en la zona y dotar a los jóvenes de la localidad de un lugar para formarse, no solamente como futbolistas, sino como personas.

El hecho de ser un colegio dota al equipo de Riaño de un halo especial. Se trata de fomentar una serie de valores que acompañen a los jugadores durante su vida educativa. Además, el presidente del club, Isidro Berdún, fue durante muchos años director del Colegio La Llamiella, centro educativo al que se encuentra vinculado el equipo de fútbol.

Marcel Muñiz es el vicepresidente de la entidad y representa a la perfección la mentalidad del equipo. "Preferimos antes a un buen chaval que a un buen futbolista, si no, no nos vale", afirma. La intención del Colegio Riaño es la de "formar personas antes que futbolistas, aunque obviamente también queremos que progresen como jugadores", destaca Muñiz.

Esta temporada, el equipo de Riaño cuenta con seis conjuntos federados en categorías inferiores. A ellos hay que añadirles un equipo que compite en Segunda Regional y una escuela de fútbol, en la cual niños de cuatro años acuden a entrenar una vez por semana.

En el Colegio Riaño se congregan futbolistas de toda la Cuenca del Nalón e incluso de otros lugares cercanos, como es el caso de Siero. Un total de 122 licencias federativas para la presente campaña. Una cifra que permite que el optimismo se dispare en el conjunto de Riaño. "Estamos muy contentos porque viene mucha gente a jugar", destaca Marcel Muñiz.

Además, esta temporada, existe un repunte de futbolistas de Villa. "En el infantil, todos los jugadores menos uno son de aquí, mientras que en el benjamín, conjunto en el que agotamos las fichas federativas, ocurre algo similar", apunta Marcel Muñiz. La labor de los entrenadores del club es digna de destacar. De este modo, Cristian y Aitor se hacen cargo del juvenil, Jairo del cadete, José del infantil, Efrén y Abel del alevín y Antonio y Asur llevan la coordinación de los equipos de pista. A ellos hay que sumar la aportación de Fermín como director deportivo y técnico del conjunto regional.

La labor de los directivos, desinteresada, es otro de los pilares sobre los que se sustenta el club. "Son todos muy trabajadores y cada uno aporta en una parcela", asegura Muñiz. De este modo, el Colegio Riaño pervive gracias a la dedicación de personas como Valencia, Juan Luis, José Antonio, Miguel, Simón, Julito o Ramón entre otros.

La tercera pata sobre la que se sostiene la entidad son los comercios de la zona. "Siempre que pueden nos ayudan e incluso nos echan una mano a la hora de organizar jornadas de convivencia", apunta Muñiz. El espíritu del colegio se mantiene vivo en un equipo que no para de crecer.

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