El judo es un arte marcial tradicionalmente asociado al combate. La parte más visible de este deporte es la que se presencia en eventos como las Olimpiadas, donde dos luchadores se enfrentan cuerpo a cuerpo con el objetivo de derrotar a su rival sobre el tatami. Sin embargo, existen otras modalidades menos visibles. Una de ellas es la kata, en la cual la técnica tiene un valor predominante.
En otras artes marciales, la kata se lleva a cabo desde la base. Sin embargo, en judo no se requiere hasta el examen para ser cinturón negro de primer DAN.
Un cuarteto formado por tres judokas del Cedelan langreano (Iván Sánchez, Fernando Pevida y Julio Baragaño) y uno del Judo La Calzada, aunque natural de Langreo (Máximo González) trata de mantener viva la llama de esta disciplina del judo. Es en el centro deportivo langreano donde se lleva a cabo esta modalidad. "Queremos mandar un mensaje para dar visibilidad a esta parte del judo, somos de los pocos gimnasios de Asturias donde se practica", asegura Julio Baragaño, responsable del Cedelan.
La kata adquiere un componente técnico. En los inicios de este deporte en Asturias, los distintos luchadores vivieron directa o indirectamente de las enseñanzas de maestro Shu Taira. "Nos daba mucha caña con la kata", rememora Baragaño. Para el judoka del Cedelan, esta disciplina adquiere "un carácter muy subjetivo durante las competiciones, son jueces los que te examinan y no es como un combate, donde si uno de los dos se va al suelo, tienes las cosas claras".
Existen distintos tipos de katas, algunas de ellas relacionadas con la defensa personal. Por ejemplo, la que realizan Fernando Pevida y Julio Baragaño incluye armas como cuchillos, palos o pistolas.
Asturias siempre se ha considerado una potencia nacional en kata. Los resultados así lo refrendan. Este cuarteto viene de obtener cuatro medallas en el Trofeo Ibérico disputado en Santarem (Portugal) y Olivenza (Cáceres). Una competición desarrollada en dos fases en la que los langreanos salieron victoriosos. También se han proclamado campeones de Asturias en las modalidades de "katame no kata" y "kodokan goshijitsu". Ahora preparan el Campeonato de España, que el primer fin de semana de abril se celebrará en Guadalajara. "Seguimos corrigiendo cosas para esta competición", destaca Julio Baragaño, aunque opina que "las sensaciones son buenas".
Y es que la preparación que exige la kata es muy elevada. "Al competir en combate, se prima otros aspectos en los entrenamientos, como el físico o las pesas, pero aquí también tiene mucha importancia el aspecto psicológico, ya que se trata de repetir muchas veces los mismos movimientos" , asegura Baragaño.
Todos los jueves, una serie de judokas veteranos se reúnen en el Cedelan para practicar kata. Unas veces solamente está el cuarteto que compite, mientras que en otras ocasiones son más los deportistas que se unen. "Es una forma de seguir siendo alumno, de continuar aprendiendo", destaca Baragaño.
Sin embargo, desde que decidieron presentarse al Campeonato de Asturias, las horas de práctica han aumentado. "Las semanas que menos nos ejercitamos realizamos ocho horas de entrenamientos, además de nuestras clases", apunta Julio Baragaño. Fernando Pevida y él, muchas veces, realizan sus katas delante de sus alumnos. "Se quedan alucinados con los gritos o con las armas, les gusta mucho, ya que perciben que hay muchas cosas por descubrir en el judo", apunta Julio Baragaño.
Y es que tanto Julio como Fernando se estrenaron esta campaña en la competición de kata. Máximo González e Iván Sánchez ya compitieron la pasada temporada con buenos resultados. "No acusamos en exceso introducirnos en las competiciones, ya que son cosas conocidas que ya hemos practicado para obtener el sexto DAN de cinturón negro", apunta Julio Baragaño.
Esta modalidad del judo, aún por descubrir para muchos, posee un carácter especial. Este cuarteto de judokas langreanos continúa llevando a cabo técnicas de esta arte marcial y sigue cosechando éxitos en forma de trofeos.
