El Quíxole sigue dando pasos de gigante en su consolidación. Tras retornar a las pistas en la pasada temporada, el equipo de Pola de Laviana continúa con su crecimiento y logra asentarse en la categoría sénior femenina. Tras una temporada en la que el objetivo era recuperar las sensaciones, las de Pola de Laviana se colocan en la sexta posición de la tabla clasificatoria con la mente puesta en la segunda vuelta de la competición.
Lo que en la pasada campaña comenzaba como un proyecto para recuperar el balonmano en las Cuencas, se asienta. Tras el reencuentro de las pioneras de este deporte en un torneo hace dos temporadas, el equipo regresó a su actividad en Pola de Laviana. Primero con entrenamientos y después con competición.
"Esta temporada se nota que ya conocemos la categoría y que llevamos un año entrenando", asegura Amanda Rodríguez, quien además de jugadora es vicepresidenta del club. Las de Pola de Laviana, que habían ganado dos partidos en la pasada campaña, se habían marcado el objetivo de tratar de superarlo. "El año pasado nos reencontrábamos tras mucho tiempo sin jugar, y además, muchas procedíamos de diferentes categorías", destaca la jugadora. El equipo se encuentra más conjuntado que en la última temporada. Y es que las piezas apenas han cambiado. "Hemos perdido a tres jugadoras, por maternidad, mientras que han llegado dos nuevos fichajes", destaca Amanda Rodríguez. Estos hechos han obligado a las lavianesas a modificar el horario de algunos de sus partidos.
Muchas de las jugadoras, junto al cuerpo técnico, integran la directiva del club. Todos apoyan y echan una mano. "A veces supone algún que otro dolor de cabeza, sobre todo al principio de temporada", explica Amanda Rodríguez. Las fichas federativas o distintas gestiones con los bancos son los aspectos que más tiempo ocupan. Por suerte, desde el Quíxole, se comportan como un equipo tanto en las pistas como fuera de ellas. Cada persona de la junta directiva cuenta con un rol delimitado y, en el momento en el que una falle, el resto se ocupan de ayudar con sus distintos cometidos.
El vestuario se encuentra contento con el transcurrir de la temporada. Con doce puntos, el equipo lavianés se asienta en la sexta plaza, antes de dar comienzo a la segunda vuelta del campeonato, donde se medirán exclusivamente a los equipos senior de la categoría; Jofemesa Oviedo B, Balonmano Gijón B y Balonmano Ribadesella. Precisamente ante estas últimas, las lavianesas lograron el triunfo en la última jornada de la primera vuelta. En el choque disputado en el polideportivo de Laviana, el Quíxole vencía por 27-17.
Además, el equipo lavianés ha conseguido un patrocinador principal de cara a esta temporada. Iguastur se comprometió con el club para aparecer vinculado al nombre del equipo a cambio de las equipaciones para la presente campaña. "Estamos teniendo mucho apoyo, sobre todo en el ámbito del comercio local", destaca Amanda Rodríguez.
Además, el apoyo del público en los encuentros que disputa el Quíxole es notable. "Estamos muy contentas al sentir el apoyo de la grada", destaca la vicepresidenta. "Cada partido supone una motivación al ver a tanta gente apoyando", apunta. Y es que los seguidores del equipo lavianés también se desplazan a los encuentros que el Quíxole disputa como visitante. "No tenemos nada que envidiar a ningún equipo de nuestra categoría", apunta Amanda Rodríguez.
El Quíxole no solamente se centra en el primer equipo, sino que también trabaja en un serio proyecto de cantera. Y es que, además de contar con un conjunto en la primera categoría femenina del balonmano asturiano, llevan a cabo actividades de balonmano en distintos colegios. "De momento no salimos a competir, aunque teníamos esa intención a principio de temporada", asegura Amanda Rodríguez. Hasta ahora solamente se realiza como actividad extraescolar, aunque no se descarta competir en un futuro.
El balonmano ha resurgido en las Cuencas gracias al Quíxole. El equipo lavianés ha conseguido volver a enganchar a los aficionados a este deporte con un proyecto que poco a poco se consolida. Las lavianesas han demostrado que, en dos temporadas, pueden cumplirse objetivos ambiciosos. Es el momento de seguir soñando desde la línea de siete metros en el conjunto lavianés.
