La paciencia es una de las grandes virtudes que ha de tener una cantera que busque obtener réditos a largo plazo. Y en el Oviedo Baloncesto la han tenido desde el comienzo. La prueba es que la evolución se nota mucho más si se mira el punto del que se partió que si se hace un seguimiento año a año. El hecho es que, entre los canteranos del club y los que llevan a través de los colegios y de la escuela que está vinculada al club, la del Loyola, son alrededor de 500 los chavales que forma el conjunto carbayón.
Pero es que, además de aumentar el número, el Oviedo Baloncesto ha ido aumentando también el nivel de sus equipos. Y lo hace gracias a la coherencia en su trabajo. Una misma forma de entrenar para todos los equipos, unos objetivos a nivel físico y siempre con las miras puestas en educar por encima de buenos deportistas a buenas personas.
"Queremos tener un crecimiento sostenido, seguir mejorando nuestro nivel y aumentando la cantidad de niños que formamos, pero dentro de nuestras posibilidades", explica Fernando García, jefe de la cantera del Oviedo Baloncesto. El crecimiento está siendo especialmente importante en el número de mujeres que se unen al club. Algo a lo que ha ayudado de manera significativa el acuerdo que mantienen con la Universidad de Oviedo.
El resultado es que entre todos sus equipos han aportado veinte jugadores a las distintas selecciones asturianas de categorías inferiores, han tenido también a dos niñas convocadas con la selección española y cuatro de sus equipos (un infantil masculino y otro femenino, y un cadete masculino y otro femenino) van a participar en los campeonatos de España de clubes en sus respectivas categorías. "Otro de los pasos que queremos dar en el futuro es tener un equipo senior en liga EBA para que todos estos chavales cuando salgan de la cantera tengan un paso intermedio con el primer equipo", explica Fernando García.
La mejor forma de crecer en cuanto al nivel es la coherencia en el trabajo. "Para crecer hay que mejorar los recursos desde abajo, en instalaciones y en entrenadores. Nosotros disponemos para la cantera de psicólogo deportivo, de preparador físico, hacemos un trabajo físico específico para la cantera con una progresión por edades. Llevamos varios años haciéndolo", explica Fernando García. Un trabajo físico del que se encarga Agustín Munárriz, también preparador físico del primer equipo, el que compite en LEB Oro. Para crecer también es necesario que los entrenadores estén cada vez mejor formados. Y eso también es una preocupación dentro del Oviedo Baloncesto. "Es lo que te puede dar el salto de calidad, profesionalizando a la gente que trabaja con los chavales", explica García.
En el Oviedo Baloncesto consideran que el crecimiento que está experimentando el baloncesto en la región es también mérito del buen trabajo que está realizando la Federación Asturiana. "Desde la Federación se está trabajando muy bien para que cada vez haya más competiciones; eso es algo muy positivo", afirma el jefe de la cantera del club carbayón.
Un Fernando García que tampoco pierde nunca de vista el objetivo final que ha de tener una cantera: "Es más importante la formación como personas que como jugadores. Queremos que el Oviedo Baloncesto sea un club donde se eduque en valores y donde los talentos que puedan tener los chavales se puedan desarrollar".
Y donde equipos como el cadete femenino, entrenado por Paula Bergel, disfruten de un campeonato de España en Zaragoza y el masculino haga lo propio en Andorra. A mediados de junio les tocará el turno a los dos infantiles. Experiencias de un Oviedo Baloncesto que progresa adecuadamente.
