La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La cancha | Entrenador de balonmano

Guerreras, fin de etapa

Análisis de la actuación española en el último Campeonato de Europa femenino de balonmano

Ellas se definen muy bien: dar todo el tiempo. Son las guerreras del balonmano español y creo que han llegado al fin de una etapa, aunque, por supuesto, no al de su carrera.

En el último Campeonato de Europa, disputado en Suecia, iban a por medalla y acabaron en la undécima posición. ¿Qué pudo pasar? Pues pasaron muchas cosas. Sobre todo, muchos años, nada menos que nueve desde que esta generación alcanzó el éxito con una medalla de plata en un Europeo de la mano del entrenador bilbaíno Jorge Dueñas, que recordemos que fue portero del Naranco en sus años mozos y con el que llegó a lo más alto en lo deportivo y también a la popularidad mediática. En todo este tiempo ha habido de todo. Se consiguieron cuatro medallas: dos de plata y dos de bronce. La más celebrada, sin duda, fue el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres, en un partido épico contra Corea.

Y también la vida deportiva les ha pasado factura. La extremo izquierda Eli Pinedo se ha retirado y hace ahora de comentarista para la selección. La pivote Beatriz Fernández también lo ha dejado hace dos temporadas. La mítica portera Silvia Navarro tiene ya 38 años y le queda poco ya para seguir en la élite. Marta Mangue encadena una lesión con otra. La pivote Eli Chaves, la más alta de la selección, sólo destaca en defensa. La rapidísima extremo Carmen Martín parece un tanto pasada de revoluciones, y si antes metía todos los penaltis, ahora no mete ninguno.

A nivel colectivo, están teniendo muchísimas pérdidas de balón, incluso veinte en un partido al tratar de mover rápido la pelota, y al final sólo queda el recurso del 1x1 de la central Macarena Aguilar buscando un penalti o una exclusión; poca cosa para aspirar a medalla. En defensa utilizan un 6-0 clásico, muy reactivo pero poco anticipativo, que va decayendo a medida que transcurren el partido y los campeonatos. Pero eso sí que no es culpa de ellas. Las concentraciones escasean por falta de dinero, y les falta conjunción en la preparación. Si a eso añadimos que de las 14 jugadoras de la selección 12 lo hacen fuera de España, ya me contarán ustedes lo difícil que es juntarlas para entrenar. A su responsable técnico, Jorge Dueñas, hay que hacerle un homenaje, pero también darle un descanso. Ahora hay que acertar con su sustituto.

Por otra parte, destaca el elevadísimo nivel técnico alcanzado por buena parte de las selecciones. Los equipos que jugaron la final, Noruega y Holanda, daba gusto verlos jugar, y no desentonan en absoluto con el balonmano masculino. Es más: ya quisieran muchos equipos masculinos jugar tan bien como varias de las selecciones que vimos en el último Europeo. Aquí en Gijón también lo tenemos, y si no que se lo pregunten al Mavi La Calzada.

Compartir el artículo

stats