La gimnasia rítmica en Oviedo tiene una fecha de inicio. La de la fundación del Club Escuela Rítmica Oviedo (CERO), entidad pionera en este deporte. No en vano, es el club decano de todos las entidades ovetenses. El CERO se fundó el 14 de mayo de 1993. Desde entonces, no ha parado de dar la oportunidad a las niñas de conocer este deporte en toda su extensión.
En la actualidad, Muriel García es la presidenta y primera entrenadora del club, que cuenta con 145 gimnastas entre la escuela y el centro de tecnificación, de las cuales 30 compiten representando al club en los diferentes niveles: nivel absoluto, base y promoción (creado la temporada pasada por la federación asturiana). Al margen de estos niveles, existe también el escolar.
La filosofía del club es clara: "Los resultados son importantes y trabajamos para lograrlos, pero sin olvidar la formación", dice Muriel, que añade que "el principal objetivo es conseguir que las gimnastas, a la vez que realizan un deporte en el que son indispensables la disciplina y la responsabilidad, se diviertan, sin olvidar la clara intención de conseguir buenos resultados en los torneos".
Muriel recaló en el CERO en el 2001 y es presidenta desde 2007. Quince años aportando su enseñanza sobre un deporte que le ha acompañado desde pequeña, desde que ella misma competía.
Una de las claves del éxito del CERO es que funciona como una gran familia donde cada gimnasta, cada entrenadora, aportan su granito de arena para que el club siga adelante. "Somos un ejemplo de compañerismo y amistad entre todas las integrantes, pues es una de las pautas que priman como norma del club, la buena educación", dice la presidenta.
Además de Muriel, el cuerpo técnico del CERO está formado por Mirta Puerta (segunda entrenadora), Estela Álvarez (entrenadora de la escuela), y Lucía Díaz y Andrea Yáñez, ambas monitoras de la escuela. A las cinco les une la misma pasión por este deporte y todas han sido gimnastas. Además, el club también cuenta con exgimnastas que acuden voluntariamente a los entrenamientos para echar una mano. Y es que, como dice la propia Muriel, "la gimnasia atrapa y es muy difícil desvincularse totalmente de ella".
En apenas unas semanas comienza una nueva temporada. Los retos para el CERO se centran en mantener el nivel del club en cuanto a resultados deportivos se refiere, además de "seguir con la idea de dar oportunidades y fomentar la participación de varias gimnastas, no sólo dedicarse en exclusiva a dos o tres que destacan, y seguir teniendo un volumen importante en la escuela con niñas con condiciones, preparándose y esperando por su oportunidad, a la vez que disfrutan de cada entrenamiento", explica.
El CERO acude cada temporada a varias competiciones tanto regionales como nacionales y con gimnastas en todos los niveles, además de aportar gimnastas a la selección, "algo de lo que estamos muy orgullosos".
El trabajo de Nuriel y su junta directiva no se limita sólo a los entrenamientos. Gestionar un club es mucho más. "Desde que decidimos tomar las riendas porque nadie quería somos nosotras las que llevamos todo, desde lo relacionado con los entrenamientos, hasta la gestión integral del club", explica Muriel.
En cuanto al palmarés, el club cuenta con numerosos campeonatos de Asturias en los diferentes niveles y varias medallas en nacionales. Actualmente, destaca Beatriz Rodríguez, que posee un amplio palmares en el que sobresalen el campeonato de España benjamín (nivel base) y el bronce en categoría junior en nivel absoluto. Además, los últimos cuatro títulos regionales llevan su nombre.
También destacan Angie Álvarez y un buen número de gimnastas como Paloma García, Sara Granda, Tamara Fernández o Silvia Otero, entre otras muchas.
Así es y funciona el Club Escuela Rítmica Oviedo, un referente en este deporte que tiene como aval sus más de dos décadas de enseñanza.
