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Siero aparece a veces en prensa por asuntos poco agradables. El martes, en primera página de este diario, aparecía que Siero prohibía la participación de parejas homosexuales en la carrera contra el maltrato. Las bases de la convocatoria descubren el extraño criterio de quienes hacen la denuncia. Es obvio que la participación no pregunta por la orientación sexual. Sí establece una categoría de parejas en la que han de participar un hombre y una mujer sin necesidad de tener relación ni identidad de género, pudiendo ser madre e hijo, compañero y compañera de trabajo, etc. Y puede considerarse avance la unión de la capacidad atlética de personas de distinto sexo huyendo de la discriminación habitual en las pruebas deportivas que establecen las categoría varón y mujer. Esto que en ningún momento tiene que ver con la identidad de género de nadie, es lo que se denuncia como discriminatorio. Todo parece un intento de ostentar la orientación sexual de algunas personas como si importase mucho. No. Quienes saben de tolerancia pasan y respetan intimidades. Quienes no saben en todas partes ven enemigos. Y salimos en primera página.

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