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El paragües

Avispilla

La proximidad de nuestra Pola a zonas de naturaleza plena permite el placer el poder adentrarse en primavera entre la arboleda de descuidados bosques, sintiendo en las mejillas la brisa húmeda, oyendo los incontables sonidos que acarician el silencio y observando la vegetación henchida de voluptuoso verdor. Y en esa batalla por caminar, zancadilleado por matas casi impenetrables de zarzas, descubres que algo debiéramos hacer por mantener nuestras especies arbóreas. Desde hace unos años observo innumerables muertes de alisos (humeros) causadas por un hongo, ya identificado. Esta primavera impresiona el daño que está causando la avispilla del castaño. Este insecto, originario de China, que se extendió con la misma facilidad que su comercio, y hace unos cuatro años que llegó a nuestro país, deposita sus huevos en las yemas del castaño, formándose unas agallas en las ramas jóvenes que producen daños irreparables. Otras comunidades han comenzado lucha biológica pero no sé que aquí se haga nada. La lucha exige varios años para ver resultados. Alguien debiera plantear que se vayan adoptando medidas si queremos que nuestros nietos sepan que era lo de "dir a la gueta". Podrían incluirse ideas en un catálogo electoral con fotos al aire libre.

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