"Cuando veas una piragua llegar la primera, no preguntes quien ye; ye Fofo el de Ceceda". Canturreábamos esta canción, que trae recuerdos de sentimientos festivos en este 80.º Descenso del Sella. Juan Antonio González, Fofo, marcó una época de la piragua que le llevó lejos. Tanto que regresó con palistas de Venezuela. Hijo de un recordado y querido maestro, Fofo el de Ceceda ha sido el estandarte con el que llegamos a Infiesto, donde estaban los padres fundadores. La cuna era el Piloña que, todo hay que decir, nace en Bimenes y crece en Nava.
Dionisio de la Huerta, sporman y veraneante en Coya, había ideado el Descenso con Benigno Morán, Manés Fernández y Alfonso Argüelles. Y en Infiesto danzaban tritones desde que pusieron falda y peluca Gonzalo Rosáez, Rodrigo Fernández y Saturio Azcoitia "Tito". Y con ellos Nieves Azcoitia, "La Nena", que durante años llevó la voz cantante. La hermana de Tito, después que Dionisio leyera el pregón y tras el "Asturias patria querida", lanzaba con voz potente el grito del "ixuxu" para dar la salida a las piraguas, que entonces no había semáforo.
"¡El Sella, el Sella, el Sella mucha vieya, pero, pero, pero, Piloña va primero!", cantan los tritones y hasta los 'caimanes' de Sevares. Y así es. En el principio fue Piloña y las huellas originales permanecen generación tras generación con signos, atuendos, deporte y fiesta. La tradición se mantiene por encima de la nostalgia de un pasado jalonado de nombres inolvidables: José Antonio Rodríguez, Toni; Roberto Mori; Antonín Fernández; Pablo Rodríguez Noriega, Benito de la Vega y Jesús Joglar 'Añón'; Pepito Montes y muchos más.
Esta columna se debe a la Comarca de la Sidra, así que después de ochenta descensos, junto a fundadores y pioneros, merece permanente recuerdo un piragüista de Villaviciosa: Manuel Busto, campeón mundial irrepetible y con ocho triunfos en el Sella. Pero ese es otro capítulo.
