Nuevamente disfrutamos /del día cumbre del pueblo,/ el festejo religioso/ cada año repetido,/ que vivimos en Carreño.
Una imagen religiosa,/ en Guimarán es el término,/ que en santuario mariano/ coronada por un Papa/ luce cual rosa su cetro.
Del campo y hombres de mar/ se congregan al evento,/ en este mes de septiembre/ recordando a sus abuelos,/ hombres tenaces y recios.
Y si San Juan XXIII /no hubiese dado en acierto, / en lo alto del Areo/ los dólmenes cual corona/ lucirían sobre el suelo.
La bula que fue otorgada/ por este Papa viajero,/ hoy Santuario Mariano / en la ruta jacobea/ no hay cartel que luzca el hecho.
Nunca quiso hacerle sombra/ al Cristo que sempiterno/ en Candás tiene su asiento,/ pues una madre doliente/ a su hijo le da aliento.
Es costumbre, se ha acordado/ con beneplácito y celo,/ que se vea postergada/ al domingo posterior/ del Patrón Mayor del puerto.
El día 14 el Cristo/ y el 18 este año/ de Carreño con fervor,/ desde Avilés y Gijón/ todos acuden contentos.
Y es desde esta villa/ de Candás, de mar y remo / de donde más gente asiste/ siendo bello ver pasar/ a este grupo de romeros.
Bajo esta advocación:/ "La Virgen de los Remedios"./ Se congregan en el prado/ si les acompaña el tiempo/ los peregrinos a cientos.
A lo largo de los años/ dice quien sabe de ello/ su manto no se ha mojado/ y el sol solícito acude,/ pues también busca consuelo.
Después del acto piadoso/ una carpa con acierto/ hace años que solventa/ con costillas y otras viandas/ el problema del almuerzo.
Antaño las praderías/ se cubrían con atuendos/ nutridas con alimentos/ que de casa se traían/ para degustar sin tiento.
La historia algo ha cambiado/ en este tema concreto./ Pero el fervor religioso,/ años ha, que se ve cierto/ está asentado en el pueblo.
