La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tambor de Kunta Kinte

Decíamos ayer que el mundo y el espacio rural están abandonados por una serie de factores repetidos una y mil veces hasta la saciedad. En tiempo de Cuaresma, destinada la frase bíblica a quienes participaron en la política que condujo a esta situación irreversible: "No los perdones, Señor, porque sí saben lo que hicieron". No son tiempos de lamentaciones y sí de esfuerzo de todos para recuperar los días y años perdidos. Al sector ganadero, el más importante, es necesario unir las pequeñas empresas que desean instalarse en los concejos rurales, pero a las que les faltan orientación y medios. Así se despuebla el campo y los jóvenes tienen que irse en busca de otros horizontes laborales. Si a los buenos productos que, con esmero y sacrificio, se crean, se crían y se elaboran en la comarca no se les da salida y no se comercializan por falta de medios, es ahogarse en el empeño al lado de la orilla. Vivimos en un mundo donde las comunicaciones ya son trascendentales: fibras ópticas, bandas anchas, internet por satélite y sobre todo orientación y ayudas. Hace tiempo que Kunta Kinte dejó de golpear su tambor.

Compartir el artículo

stats