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Cronista oficial de Nava

El Cine Marisina y septiembre

Repaso a la llegada del otoño en la comarca

Hubo en la villa, hace bastante tiempo, una sala de proyección cinematográfica conocida como Cine Marisina. Y ya que hablamos de tiempos pasados, allá por los años sesenta del pasado siglo, cuando el que suscribe era un rapaz románticu y enamoradizu, llegó al mentado cine una película que me gustó mucho, porque trataba el asunto del amor juvenil, en versión "made in Hollywood", por supuesto. Trabajaban Rock Hudson y Gina Lollobrigida, y dos actores más jóvenes, como eran Sandra Dee y Bobby Darin, y todos ellos paseaban felices por Italia montados en Vespa, que era el vehículo de dos ruedas de moda entonces. Pues bien, en aquella peliculina, rodada en color y seguramente de valores cinematográficos intrascendentes, sonaba de fondo una melodía que todavía recuerdo, y que me vuelve a acercar, cuando la escucho, a aquellos lejanos e ilusionados tiempos. Y la letra decía "Cuando llegue septiembre, todo será maravilloso...".

De modo que llegó, fiel a su cita, y fue pasando, con días que lucieron hermosos y soleados, y otros que no lo fueron tanto, el mes que fue séptimo en cierta época para los romanos. Y podemos decir que su transcurso fue apacible, lejos, por fortuna, de aquel augurio tan tremendo de "o seca las fuentes o se lleva los puentes", que previene el refrán, oportunamente recordado por mi buen amigo Alberto Torga. En este tiempo ha pasado por Nava la Vuelta a España, se celebró en Grátila el Mercáu Tradicional, se disputó la Clásica de los Puertos Esmeralda, ha sido reparado el tramo de la AS-251 Barredos-Nava, coincidente con la calle de La Colegiata, y han tenido lugar las fiestas correspondientes a La Colegiata y Villabona, entre otras cosas.

Y fue, breve, por cierto, el capítulo de decesos. Así, el 7 falleció en Gijón, a los 103 años, Pilar Calleja Martínez, "Pila", que fue vecina de Paraes (Nava), y el lunes 25 finaba en Cereceda (Piloña) Francisco Javier Casto Peñica Calleja. Nacido en Sienra (Ceceda), Casto, que contaba 75 años, era hijo de Higinio Peñica y de Luisa Calleja, ambos también nacidos, y vecinos, de Sienra. Además de Casto, Higinio y Luisa tuvieron otros dos hijos, José Luis y Jesús, ya fallecidos. (Por cierto, Higinio tuvo como hermanos a Lucas, Inocencio, Cándida y Rosario, y Luisa fue hermana de Rogelio, Benilde, Casto y Oliva). En cuanto a Casto, lo recuerdo, especialmente como compañero de lectura del Manuscrito, en la escuela de Ceceda, que efectuábamos emparejados y subidos a la tarima del maestro. La vida llevó a mi buen amigo a residir en Gijón y, con el tiempo, a ir perdiendo el contacto con él, aunque lo tuviera siempre vivo en el recuerdo. Era un hombre menudo, pequeño, vivaz y amañosu para todos los deportes, fútbol inclusive, pero donde destacaba como un verdadero maestro era jugando a las canicas, es decir, a los banzones, que decíamos en Ceceda. Un juego tan antiguo, por cierto, que al parecer viene de tiempos de los griegos y los romanos.

Llegó el otoño, y es arrollador y determinante el modo en el que incide en nuestra vida diaria. Porque amanece cada vez más tarde, y un poquito más si hay niebla, y el atardecer llega cuando estamos disfrutando de lo mejor de la tarde. Con todo y con eso, y como dejó escrito Jane Austen, aprestémonos a disfrutar de "la dulce y melancólica influencia de los meses de otoño en el campo".

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